DBP y HDP visitan a las familias de las y los presos en vigilia por la justicia

Una delegación formada por ejecutivos y miembros del Partido de las Regiones Democráticas (DBP) y del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) visitó la Vigilia y aseguró que tanto los familiares como los y las presas son sometidas a torturas.

La “Vigilia de la Justicia” iniciada por las familias de las y los presos en una oficina del Colegio de Abogados de Amed ha continuado en su día 18. Una delegación compuesta por miembros del DBP y HDP visitó hoy a las familias.

Durante la visita, la co-alcaldesa del municipio de Hazro, Gulistan Ekti, destituida de su cargo por el gobierno, indicó que la vigilia iniciada por las familias era muy sagrada. Ekti agregó que el aislamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan se ha extendido a todo el país y exigió que se levante y se cumplan las demandas de las familias.

"Tortura contra los prisioneros y sus familias"

“Hemos estado siguiendo a las madres durante mucho tiempo. Todas nuestras madres sufren injusticias. Ha habido tortura física en las cárceles de Turquía durante mucho tiempo. Los presos y sus familias son sometidos a torturas. Siempre estaremos al lado de las familias y los prisioneros contra ella. Haremos todo lo que podamos”, comentó el co-alcalde del municipio de Kayapınar, Davut Kesen, también destituido por el gobierno.

Fevziye Kolakan, pariente de un prisionero, subrayó que continuarán con sus acciones hasta el final. "Incluso si morimos, muramos con honor", afirmó Kolakan. "Llamo a todas las madres. Reunámonos y encontremos una solución para nuestros hijos. Digamos suficiente de esta crueldad. Aquí es donde encontramos nuestra solución. Todos deberían unirse a la vigilia. No deberían morir más presos en las cárceles", añadió.

El autor Herdem Merwanî enfatizó que la vigilia continuará ininterrumpidamente. “Podemos sentarnos aquí durante años, pero no deberían tener a nuestros prisioneros enfermos en las cárceles. Estamos llamando a todas las partes. Todos los que participan en la política kurda deberían alzar la voz”, concluyó el autor.