Continúa sumando firmas la campaña en Argentina con la petición con el lema “No a la muerte, sí a la vida libre” exigiendo la anulación de las condenas a muerte contra las presas políticas kurdas Warisha Moradi y Pakshan Azizi en Irán.
Cerca de 100 personas e instituciones firmaron la petición, entre ellas figuras destacadas como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, las Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora - Elia Espen y Taty Almeida, la periodista Marta Dillon, el defensor de derechos humanos Carlos Lordkipanidze y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia.
Las organizaciones que apoyan la campaña incluyen Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Central de Trabajadores Argentinos (Autónoma) y la Gremial de Abogados y Abogadas.
La petición expresó lo siguiente:
No a la ejecución, sí a la vida libre
"Las/los/les abajo firmantes, activistas feministas, defensorxs de derechos humanos, comprometidxs en la defensa de la vida, nos pronunciamos por el cese de la orden de ejecución de Verisheh Moradi y Pashkan Asizi, dos presas políticas kurdas en Irán, por la abolición de la pena de muerte, y por su inmediata libertad.
Como nos informa la Sociedad de Mujeres Libres de Rojhilat (KJAR), “Las mujeres políticas y socialmente activas en Irán corren especial riesgo de ser detenidas, torturadas y encarceladas. El movimiento "Mujer, Vida, Libertad", que en los últimos años ha estado acompañado de protestas generalizadas, simboliza las reivindicaciones de las mujeres por la igualdad de derechos y mayores libertades.”
Verisheh Moradi y Pashkan Azizi, fueron condenadas a muerte en 2024, por el Tribunal Revolucionario de Teherán, en procesos sin resguardo jurídico. Se encuentran detenidas en la prisión de Evin, habiendo sido juzgadas sin la representación de sus abogadas en la fase de interrogatorio, con declaraciones obtenidas bajo brutal tortura, sin poder ver a sus familiares, y sin atención médica adecuada para las enfermedades y heridas que tienen producto de la tortura y las condiciones de prisión. Se las acusa de rebelión contra el gobierno, propaganda contra el sistema, pertenencia a grupos de la oposición, todo esto por ser defensoras de los derechos de las mujeres.
Verisheh Moradi es una reconocida escritora y activista por los derechos de la mujer. Fue detenida en agosto de 2022 y en noviembre de 2024, fue condenada a muerte. Pakshan Azizi, trabajadora social, es activista por los derechos de la mujer, por los derechos de las infancias, abogó por las víctimas de la violencia doméstica y trabajó en la capacitación de las mujeres. Fue detenida en agosto de 2023 y condenada a muerte.
Nos dirigimos al gobierno de Irán, para que evite estas ejecuciones, y deje de aplicar la pena de muerte."
Además, Feministas de Abya Yala, una de las organizaciones organizadoras de la campaña, publicó un video solidario en sus cuentas de redes sociales, en el que piden “¡No a la ejecución, no a la pena de muerte, sí a la vida! Cómo feministyas del Abya Yala nos pronunciamos por la libertad de las mujeres kurdas en Irán y el cese de la órden de ejecución par las dos presas políticas kurdas en Irán":
Antecedentes
En julio de 2024, la Sala 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán condenó a muerte a Pakhshan Azizi. Fue declarada culpable de “rebelión armada contra el Estado” (baghi) únicamente en relación con sus actividades humanitarias y de defensa de los derechos humanos. Por ejemplo, entre 2014 y 2022, participó en la prestación de apoyo humanitario a mujeres y niños desplazados tras los ataques del grupo armado Estado Islámico (ISIS) y que se refugiaron en campamentos en el noreste de Siria y la región del Kurdistán iraquí. A principios de enero de 2025, el Tribunal Supremo confirmó su condena y la pena de muerte. Su solicitud de revisión judicial fue posteriormente rechazada por la Sala 9 del Tribunal Supremo.
El 4 de agosto de 2023, agentes del Ministerio de Inteligencia arrestaron arbitrariamente a Pakhshan Azizi en Teherán y la trasladaron a la sección 209 de la prisión de Evin de Teherán, que está bajo el control del Ministerio de Inteligencia, y la mantuvieron en régimen de aislamiento prolongado durante cinco meses sin acceso a un abogado ni a su familia. Según fuentes bien informadas, durante este tiempo Pakhshan Azizi fue sometida a tortura y otros malos tratos durante los interrogatorios. Los agentes le dijeron repetidamente que no tenía derecho a vivir y amenazaron con ejecutarla. También la sometieron a violencia de género para obligarla a hacer “confesiones” forzadas de tener vínculos con grupos de oposición kurdos, lo que ella negó repetidamente. A principios de diciembre de 2023, fue trasladada al pabellón de mujeres de la prisión de Evin, donde sigue recluida.