ANF ​​habló con Günseli Suna Kaya, defensora de los derechos humanos y ex presidente de la oficina de la Asociación de Derechos Humanos (DHI) en Esmirna, sobre el desarrollo de la resistencia a las diversas formas de represión gubernamental después del golpe militar desde 1980 hasta hoy.

Kaya explica que hace 38 años el golpe estaba dirigido contra la sindicalización y la lucha en las escuelas secundarias y universidades. Señaló que las demandas de la clase trabajadora se habían socializado aún más a partir de una referencia pura a la economía, y así se desarrolló en un deseo general de justicia.

Según Kaya, el golpe también facilitó la implementación del "paquete económico de enero de 24 puntos" de Turgut Özal. El paquete, que incluía la reducción de los salarios de los trabajadores, el aumento de los impuestos, es decir, el fortalecimiento de los capitalistas, sentó las bases para la unión de los trabajadores organizados y sus estudiantes solidarios, así como de las otras partes de la población.

Eso no fue planeado en una noche

"Este golpe no fue planeado en una noche. El servicio secreto lo había planeado antes e identificado a los cuadros dirigentes de las organizaciones revolucionarias. Se realizaron redadas simultáneas en todas las ubicaciones, en asociaciones, estructuras y cooperativas. Todos sus líderes fueron encarcelados en una noche", dice Kaya.

Las prisiones se convirtieron en áreas de resistencia

Kaya fue suspendida del servicio debido a la resistencia en un monumento a Kızıldere el 30 de marzo. Luego le dijeron en la cárcel que había sido despedida por su participación en un boicot contra la masacre de Mara cuando era miembro de la asociación de maestros TÖBDER.

Kaya cuenta cómo la pena de muerte, que no se había practicado antes, se volvió a implementar después del golpe, de las masacres y la tortura en las cárceles. El período de detención podría ser prorrogado dos veces por un juez de treinta días a un total de 90 días. Debido a toda esta represión, las prisiones se convirtieron en áreas de resistencia.

Las predecesoras de 'Las Madres de los Sábados'

Kaya protestó en 1984 con Didar Şensoy, Leman Fırtına, Melahat Sarptuna, Mahide Açan, Hasan Açan, Gülten Akın, İsmet Pekdemir y otros con los vestidos ensangrentados de sus hijos asesinados frente al Parlamento de Turquía. Ella recuerda que el DHI fue fundado el 17 de julio de 1986, el mismo día en que fue enviada a prisión por segunda vez.

Kaya dice que la prensa no estaba en manos de monopolios de capital en ese momento y, por lo tanto, era más sensible a las personas. Ella continúa: "Hubo castigos feroces, pero las noticias aparecían y atraían la atención. Había una conciencia pública de que 'nuestros niños están siendo lecionados en las cárceles'.

Hoy, la injusticia prevalece

Hoy, los deseos de un hombre se vierten en las leyes, dice Kaya y continúa: "Mira cómo se han destruido los derechos políticos desde entonces. Los presidentes, alcaldes y concejales de un partido que recibió millones de votos siguen en la cárcel. ¿Está el poder de la gente aquí? ¿Estamos definiendo a este pueblo sobre la base de su identidad étnica nacional o su apoyo al gobierno?"

La lucha de las mujeres da esperanza

Los métodos del fascismo han cambiado desde ayer hasta hoy, y los revolucionarios también han desarrollado medios de solidaridad y resistencia, según Kaya.

El desarrollo más importante, sin embargo, ha tenido lugar en el frente femenino, enfatiza Günseli Suna Kaya. Ella explica: "Hay resistencia a las prácticas y leyes reaccionarias y feudales que involucran a mujeres de todas las edades. Así como la resistencia de la clase trabajadora generalmente se desarrolla, también lo hace la resistencia de las mujeres trabajadoras. Donde no hay ley, existe resistencia. Tengo esperanza sobre el futuro. Incluso si continúan con las instituciones del 12 de septiembre, tarde o temprano terminará."