La iniciativa de las Madres de los Sábados en Estambul ha llamado la atención sobre el destino del empresario kurdo Abdullah Canan, que fue asesinado hace 25 años en el distrito de Gever (Yüksekova) en Hakkari y exigen que los asesinos sean castigados. Esta es la 825ª vez desde su creación que las Madres de Sábado se han pronunciado para exigir el esclarecimiento del paradero de las personas detenidas y desaparecidas desde los años 90. Debido a la pandemia, la acción semanal de las Madres del Sábado ahora sólo tiene lugar en línea.

La declaración de hoy fue leída por la hija de Abdullah Canan, Nuran Canan. Comenzó explicando que la iniciativa de las Madres de los Sábados ha estado luchando por la justicia durante años y defendiendo a las personas que han sido privadas de su derecho a la vida y a la integridad bajo custodia del Estado: "En Turquía, sin embargo, no es posible investigar y procesar de forma independiente las violaciones del derecho a la vida. No se puede exigir responsabilidad a los funcionarios del Estado. No se hace justicia y no se pueden impedir las violaciones de los derechos. Del mismo modo, Turquía no puede convertirse en un Estado de derecho".

Abdullah Canan fue detenido el 17 de enero de 1996, según su hija. Tenía 43 años en ese momento y vivía como empresario en Gever. Junto con siete parientes, había presentado una denuncia contra el comandante Mehmet Emin Yurdakul, que era el comandante del batallón del Mando de la Montaña Yüksekova en ese momento, antes de su detención. Como resultado, fue convocado a la oficina de Yurdakul con otros dos denunciantes y presionado para retirar la denuncia.

El 17 de enero de 1996, salió de su casa por la mañana para ir al centro de la ciudad de Hakkari. Según los testigos, fue detenido por los soldados en el camino, arrestado y llevado a la base del batallón. Su familia lo buscó por todas partes, pero las autoridades negaron el arresto. El 21 de febrero de 1996, su cuerpo fue encontrado por los aldeanos. Su cuerpo tenía severas marcas de tortura y siete agujeros de bala. Sus manos y pies estaban atados, y su boca estaba atada.

Un soldado testificó más tarde a la fiscalía que Abdullah Canan fue interrogado y torturado en la base. El soldado dijo que había sido asesinado a tiros por el Capitán Nihat Yiğiter por orden del Mayor Yurdakul. Nadie ha sido considerado responsable del asesinato, aunque Turquía ha sido condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.