Las violaciones de los derechos humanos en las cárceles de Turquía y Kurdistán son diarias. La administración penitenciaria somete a una fuerte violencia física y psicológica a las presas políticas de la prisión cerrada Tipo M de Bayburt.

Nazhan Erdem, que habló por teléfono con su hermana encarcelada Zeynep Erdem, informó sobre los problemas y las presiones que viven las presas.

Según la información proporcionada por Erdem, a las presas enfermas se les niega asistencia médica cuando sufren problemas de salud.

En la prisión de Bayburt, todas las peticiones de los presas han sido rechazadas, dijo la hermana de Erdem, quien añadió: "Las peticiones de las presas con problemas de salud son denegadas. No se brinda atención médica.  La habitaciones son registradas  durante la noche. Al director de la carcel le gustaría administrar la prisión con métodos militares. Los presas son insultadas y se castiga cualquier objeción. Las solicitudes para cambiar de habitación se ignoran. Tampoco se envían las cartas. La presión se experimenta cada vez que tenemos una conversación telefónica o una visita. Durante la visitas, acortan el tiempo permitido y los guardias no nos dejan solos. No se cumplen las comidas y otras necesidades básicas".

Las presas, dijo Erdem, se ven obligadas a comprar los productos básicos de la prisión a un precio muy elevado. Y se deniegan las quejas escritas. 

La familia Erdem hizo un llamamiento a la población a mostrar solidaridad con los presos y expuso las violaciones de los derechos a los que están sujetos.