El preso Fevzi Fidan, que tiene un quiste en la espalda y problemas de visión, además de epilepsia, habló de la violencia a la que fue sometido en una llamada telefónica semanal con su abuela Rahime Fidan.

Su abuela Fidan dijo que los guardias infligieron violencia a su nieto encarcelado y añadió: “Mi nieto me dijo que los guardias les golpearon al asaltar sus celdas. Mi nieto fue condenado a cadena perpetua y actualmente está recluido en una celda solitaria. Están en una situación muy difícil y me dijo: ‘Hazlo público’. Mi nieto está enfermo, pero aún así lo golpean”.

Fidan continuó: “Mi nieto sufre de epilepsia y tiene una hernia de disco. Se encuentra en muy mal estado. La demanda es que se escuche su voz. No puedo ir a ver a mi nieto porque estoy enferma. Esto me hace sentir muy triste. Nuestra única exigencia es que estas prácticas en las cárceles terminen cuanto antes y que los presos enfermos reciban su tratamiento”.