Trece refugiados murieron en una tormenta de nieve en la provincia de Van en el norte de Kurdistán. Según la oficina del gobernador turco, los refugiados fueron encontrados el sábado por la noche en el distrito de Çaldıran, cerca de la frontera con Irán. Gülsüm Ağaoğlu, portavoz de la comisión del HDP sobre refugiados y migración, emitió una declaración sobre el incidente.
“Cada día mueren más refugiados mientras toman arriesgadas rutas de escape bajo condiciones climáticas muy peligrosas. La comunidad internacional no está prestando suficiente atención a esta crisis humanitaria y, como resultado, el tráfico ilegal de personas está aumentando a escala mundial", explicó la política del HDP.
Gülsüm Ağaoğlu también informó que la principal ruta de escape de Irán conduce a través de la provincia de Van, y agregó: "Solo en los últimos seis meses, casi un centenar de refugiados se ahogaron, murieron congelados o murieron en accidentes de tráfico".
La política del HDP describió la tragedia de los 13 refugiados congelados en Van como una "desgracia para la humanidad". Señaló que los gobiernos de Irán y Turquía están apoyando indirectamente el tráfico de personas al no producir políticas correctas. Pidió medidas para averiguarlo y neutralizar las redes de trata de personas.
"Los gobiernos de Irán y Turquía son los principales responsables de la muerte de estas personas. El ACNUR y otras autoridades internacionales también deben actuar para evitar nuevas tragedias en la frontera entre Irán y Turquía".
El HDP pidió a ambos gobiernos que produzcan una solución en línea con las políticas que se basan en la dignidad humana y los derechos humanos.