El Colegio de Abogados de Diyarbakır (Amed) ha conmemorado a su presidente Tahir Elçi, que fue asesinado a tiros hace cinco años. Numerosas personas se reunieron frente al edificio del tribunal en la provincia kurda, entre ellas la viuda Türkan Elçi, el copresidente del HDP Mithat Sancar, el copresidente del DTK Berdan Öztürk, la copresidenta del DBP Saliha Aydeniz, el presidente del Colegio de Abogados Cihan Aydin, el presidente del ÖHD Bünyamin Şeker, así como representantes de la asociación médica TTB, la federación sindical KESK y los colegios de abogados de otras provincias. Desde el tribunal, la multitud marcha detrás de una pancarta con la inscripción kurda y turca "No te olvidaremos" hasta la escena del crimen en el distrito Sur, donde el 28 de noviembre de 2015 se efectuaron disparos mortales contra el destacado defensor de los derechos humanos frente al famoso "minarete de cuatro patas".
En un discurso aquí, el presidente del Colegio de Abogados de Amed, Cihan Aydin, dijo: "Hemos estado tras los asesinos de Tahir Elçi durante cinco años. Están protegidos por una masiva armadura de impunidad".
El Colegio de Abogados ha exigido justicia todas las semanas frente al tribunal hasta la apertura del juicio el 21 de octubre. Sin embargo, al comienzo del juicio quedó claro que el Estado no tenía interés en resolver el delito y condenar a los autores, dijo Cihan Aydin y continuó: "Seguiremos luchando contra la política de impunidad y los intentos de encubrimiento. En Turquía ya no hay seguridad jurídica; se ha convertido en algo rutinario que las puertas de los apartamentos se abran todas las mañanas y se detenga a decenas de personas".
El abogado habló de un "silencio ensordecedor de la justicia" ante la tortura, el asesinato, el femicidio, el abuso de niños y la destrucción del medio ambiente.
Una solución pacífica a la cuestión kurda también está hoy mucho más lejos que en vida de Tahir Elçi, dijo Aydin y añadió: "El asunto se deja totalmente en manos de la burocracia de seguridad. La falta de una solución política sigue cobrándose vidas humanas. La libertad de opinión y la libertad de prensa están bajo una grave amenaza constante. Miles de personas se ven afectadas por los procedimientos porque han compartido sus pensamientos a través de las redes sociales y otros medios de comunicación. Decenas de periodistas que han cumplido con sus obligaciones de acuerdo con su ética profesional están en prisión. Las prisiones se han convertido en una residencia permanente para los políticos, las personas activas en la sociedad civil y los trabajadores de los medios de comunicación. Cada año docenas de prisioneros mueren porque no reciben tratamiento médico".