En el período previo al veredicto de la apelación en el caso de cinco periodistas y activistas de la región de Behdinan en el sur de Kurdistán (norte de Irak), Human Rights Watch (HRW) ha denunciado el proceso como "profundamente defectuoso" e "injusto". El juicio estuvo marcado por "graves violaciones de las normas internacionales sobre juicios justos", así como por "injerencias políticas de los más altos niveles", según un informe publicado el jueves por la organización de derechos humanos. "Las autoridades involucradas en la apelación deben tener en cuenta estas violaciones en su decisión", exige HRW.

Los periodistas Sherwan Sherwani, Guhdar Zebari y Ayaz Karam, así como los activistas Shivan Saeed Omar y Hariwan Issa, fueron arrestados en octubre pasado junto con decenas de personas más en relación con las protestas antigubernamentales contra la mala gestión, la corrupción y los sueldos pendientes de los funcionarios públicos. En algunos casos, se desconoció su paradero durante más de tres meses. En febrero, cada uno de ellos fue condenado a seis años de prisión por "socavar la seguridad nacional" en un juicio artificial ante un tribunal penal de Hewlêr (Erbil). La audiencia se llevó a cabo a puerta cerrada y los acusados ​​aseguraron que fueron obligados bajo tortura a firmar "confesiones prefabricadas". Mientras se encontraban en prisión preventiva, se les negó el derecho a acceder a un abogado. Solo en el juicio del 15 y 16 de febrero pudieron hablar con sus abogados durante unos minutos poco antes de la audiencia. Esta situación continúa ahora. Los contactos familiares también son casi inexistentes. 

Sentencia dictada por el primer ministro

La sentencia contra Sherwani y sus coacusados ​​fue dictada efectivamente por el primer ministro Masrour Barzani (KDP), quien calumnió a los acusados ​​como "espías" y los acusó de espionaje en una conferencia de prensa pocos días antes de que se anunciara el veredicto. HRW calificó las afirmaciones de Barzani de "injerencia política indebida en el proceso al más alto nivel", y dijo que esto violaría la presunción de inocencia.

Maestro no liberado a pesar del fallo judicial

El profesor Badal Barwari y el periodista Omed Baroshki fueron detenidos en agosto. Las autoridades de seguridad los acusaron de "planear manifestaciones no autorizadas". Aunque el Tribunal Penal de Erbil dictaminó en su caso a mediados de febrero que no había pruebas suficientes para acusarlos, no son liberados de la prisión. Esta no es la primera detención arbitraria de Barwari o Baroshki. Ambos hombres son conocidos por sus críticas al gobierno de Erbil.

Un nuevo descenso en la región del Kurdistán

"Los juicios defectuosos en la región del Kurdistán no son nada nuevo", dijo Belkis Wille, investigadora principal de crisis y conflictos en Human Rights Watch, "pero hacer alarde de los principios más básicos de la justicia para castigar a personas por supuestamente planear protestas es un nuevo punto bajo".

Human Rights Watch habló con varios observadores del juicio de los activistas y periodistas de Behdinan, según el informe de investigación. Las fuentes consultadas, incluido un abogado de los acusados, confirmaron a la organización que las autoridades de seguridad del Gobierno Regional de Kurdistán han aislado sistemáticamente a los detenidos de su mundo exterior. Hasta el día de hoy, la defensa aún no tiene acceso a los archivos de la investigación: a pesar de las órdenes judiciales, el servicio de inteligencia nacional del KDP se niega a otorgar acceso a los archivos. Los abogados se enteraron de la fecha del juicio una semana antes.

“Nos habían dicho que el juez estaba enfermo, por lo que deberíamos esperar aplazamientos, pero de repente se anunció el juicio y ninguno de nosotros estaba preparado”, contó el abogado.

Amenazas contra Sherwan Sherwani

El informe también menciona violencia por parte de las fuerzas de seguridad durante el arresto de Omed Baroshki y amenazas contra Sherwan Sherwani de "abusar sexualmente" de su esposa y su madre si no firmaba la confesión prefabricada. En los últimos meses se han recibido reiterados informes de que activistas y periodistas de Behdinan de la región están siendo sometidos a torturas físicas y psicológicas en prisión.

"Estas recientes condenas sólo agravan aún más la reputación cada vez peor de la región del Kurdistán como un lugar donde las personas pueden enfrentar juicios penales injustos simplemente por criticar las políticas gubernamentales a las que objetan y expresar preocupaciones sobre las élites políticas", indicó Wille.

Los periodistas y activistas detenidos están en huelga de hambre desde el 17 de febrero. Están protestando por las malas condiciones carcelarias, los malos tratos por parte del personal penitenciario y la tortura.