"Samira fue víctima de años de apartheid de género, matrimonio infantil y violencia doméstica, y hoy ha caído víctima de la máquina asesina del régimen incompetente y corrupto", ha declarado Mahmood Amiry-Moghaddam, director de IHRNGO.

Irán ejecutó el miércoles a una mujer, Samira Sabzian, por el asesinato de su marido, según ha informado la Organización de Derechos Humanos de Irán (IHRNGO), con sede en Noruega.

Sabzian, natural de la ciudad de Jorramabad, en el oeste de Irán, fue obligada a casarse con su marido a la edad de 15 años. En los años siguientes fue víctima de violencia doméstica, según sus familiares.

Tras soportar cuatro años de abusos, en 2013, a los 19 años, Sabzian mató a su marido. Entonces fue detenida y condenada a qisas, que significa represalia en especie. Las peticiones de clemencia de la comunidad internacional quedaron sin respuesta, a pesar de los reiterados llamamientos de Naciones Unidas y grupos internacionales de derechos humanos para que se detuviera la ejecución.

Según el Código Penal Islámico, los acusados de asesinato premeditado son condenados a qisas, que permite a la familia de la víctima elegir entre aceptar la pena de muerte o recibir una compensación económica. En el caso de Sabzian, los abuelos de sus hijos, que eran los demandantes, solicitaron la pena de muerte.

La IHRNGO citó fuentes informadas según las cuales Sabzian se negó inicialmente a reunirse con sus hijos en prisión, con la esperanza de obtener el perdón de los padres de su marido. La custodia de sus hijos, que tenían siete años y seis meses en el momento del asesinato, se ha concedido a familiares del padre.

"Samira fue víctima de años de apartheid de género, matrimonio infantil y violencia doméstica, y hoy ha caído víctima de la máquina de matar del régimen incompetente y corrupto", ha declarado el director de la IHRNGO, Mahmood Amiry-Moghaddam.

Según un informe de IHRNGO, al menos 164 mujeres fueron ejecutadas entre el 1 de enero de 2010 y octubre de 2021, el 66 por ciento de las cuales fueron condenadas por matar a sus maridos o parejas. La legislación iraní no permite a las mujeres solicitar el divorcio, ni siquiera en casos de violencia doméstica.