ISIG: “Al menos 66 niños muertos mientras trabajaban”

Según el informe de ISIG, al menos 66 niños que deberían haber estado en la escuela sufrieron una muerte trágica trabajando en Turquía en el último año.

TRABAJO INFANTIL

El Observatorio de Seguridad e Higiene en el Trabajo (ISIG) de Turquía ha publicado un informe en el que se detallan las muertes de niños trabajadores en el último año. Las cifras se refieren al año comprendido entre septiembre de 2023 y agosto de 2024.

Según el informe, al menos 66 niños que deberían haber estado escolarizados perdieron trágicamente la vida mientras trabajaban. En concreto, 24 niños murieron en el sector agrícola, 17 en el sector industrial, 13 niños en el sector de la construcción y 12 niños en el sector servicios. Veintidós de los niños muertos en estos homicidios laborales tenían entre 6 y 14 años.

El ISIG subraya en su informe la persistencia del problema del trabajo infantil en Turquía, sobre todo en la agricultura, donde el año pasado se produjo el 36% de todas las muertes por trabajo infantil. Aunque se trata de un descenso respecto al 55% registrado en la última década, la agricultura sigue siendo el sector con la tasa de mortalidad infantil más elevada.

El informe observa un desplazamiento de las muertes por trabajo infantil de las zonas rurales a los centros urbanos, a pesar de la persistente pobreza rural. Este desplazamiento urbano se atribuye al aumento de la pobreza urbana, a las políticas estatales que fomentan el trabajo infantil y al crecimiento de las zonas industriales organizadas en toda Turquía.

En las zonas rurales, los homicidios laborales de los niños trabajadores, a menudo aislados de la vida social, han sido “invisibilizados” tanto por el Estado como por la industria. Sin embargo, el trabajo infantil es ahora visible en los centros de las ciudades, los centros comerciales, las calles, las obras de construcción y las zonas industriales.

El informe subraya la normalización del trabajo infantil a través de programas de educación y formación, y advierte de que estas muertes se están ocultando y la práctica se está legitimando.

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