La copresidenta de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), Eren Keskin, visitó a las mujeres del pueblo de Bilêxşê, en el distrito de Gercüş (Kercews), en la prisión de Batman (Êlih). Las mujeres fueron detenidas el 13 de julio por "apoyo a una organización terrorista". Las mujeres fueron trasladadas a la prisión de tipo M de Batman. Son mujeres ancianas y enfermas. Keskin declaró a ANF que está muy preocupada por las pésimas condiciones de la prisión.
"Las madres fueron registradas desnudas"
Keskin pudo visitar a tres de las mujeres kurdas encarceladas. Señaló que todas ellas eran de edad avanzada y tenían problemas de salud. Una de las presas, Emine Kaya, tiene una discapacidad del 71%. Keskin describió cómo desnudaron y registraron a las mujeres cuando las ingresaron: "Las obligaron a quitarse la ropa, que luego fue sometida a rayos X. Cuando las visitamos, nos recalcaron que no querían que las registráramos. Cuando las visitamos, recalcaron que les molestaba especialmente esta práctica. Dijeron que estaban muy avergonzadas y tristes por ser sometidas a tal imposición".
"Agua una vez a la semana"
Keskin alertó en particular sobre las condiciones de reclusión: "Las mujeres están recluidas en celdas a 40 grados sin ningún tipo de refrigeración. Sólo pueden obtener agua potable una vez a la semana, y esta agua no es suficiente porque hace muchísimo calor."
Keskin también visitó a dos menores y cuatro mujeres jóvenes recluidas en la misma prisión. Estaban encarceladas por bailar danzas kurdas. Le contaron que tras su detención las obligaron a escuchar canciones racistas. Las jóvenes y las menores están recluidas en las mismas terribles condiciones que las mujeres mayores.
"Esto es simplemente cruel"
Keskin dijo que las mujeres mayores fueron detenidas arbitrariamente durante una redada en el pueblo. Las maltrataron y las mantuvieron cautivas durante 13 días en una casa de su aldea precintada. Después las llevaron al departamento de terrorismo de la policía en Batman y el tribunal las mantuvo en prisión preventiva por "apoyar a una organización terrorista".
Keskin dijo que las madres no hablan turco y continuó: "Estas personas son ancianas y están enfermas; las condiciones en las que están detenidas son inhumanas. Es una tortura cruel. Podrían ser juzgadas sin estar detenidas. Es una tortura hacer revivir la década de 1990 a personas que ya han sufrido tanta persecución en su vida".