La ONU está recolectando evidencias del genocidio del Daesh contra los yazidíes

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Guterres, ha notificado que el equipo de 15 miembros del Consejo de Seguridad dirigido por el abogado británico Karim Asad Ahmad Khan comenzará a trabajar el 20 de agosto.

El grupo de investigación de la ONU empezará a trabajar esta semana, casi un año después de la creación del Consejo de Seguridad.

El equipo recolectará y preservará evidencias de actos del Estado Islámico en Irak que puedan constituir crímenes de guerra contra la humanidad o genocidio.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha informado en una carta que el equipo formado por 15 miembros del Consejo de Seguridad dirigido por el abogado británico Karim Asad Ahmad Khan empezará a trabajar el 20 de agosto.

En la última reunión anual de los líderes mundiales de las Naciones Unidas celebrada en septiembre, el Consejo aprobó por unanimidad la resolución redactada por los británicos, tras un año de conversaciones con Irak, en la que se pedía al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, que creara el equipo “para apoyar los esfuerzos nacionales” y con el fin de que los militantes rindan cuentas.

Expertos de la ONU alertaron en junio de 2016 de que el Estado Islámico estaba cometiendo un genocidio contra los yazidíes en Sira e Irak destruyendo a la minoría religiosa por medio de asesinatos, esclavismo sexual y otros crímenes.

Guterres anunció en mayo que había nombrado a Khan después de que el Consejo de Seguridad aprobara el alcance y las limitaciones del equipo en febrero. En una carta emitida el jueves, dijo que Khan visitó Irak hace unos días.

El uso de evidencias recolectadas por el equipo en otros procesos, como tribunales internacionales, podría ser “determinante”, de acuerdo con el gobierno de Irak. Las evidencias son principalmente para uso de las autoridades iraquíes, seguido de “tribunales nacionales competentes”, de acuerdo con la resolución de 2017 de la ONU.

El 3 de agosto el Estado Islámico llevó a cabo un genocidio contra el pueblo yazidí, que sólo pudo ser salvado por la pronta intervención de las fuerzas kurdas de las YPG en tanto que los peshmergas del KDP habían abandonado Sinjar.