La Fundación Baran Tursun publicó su informe titulado "Informe sobre violaciones del derecho a la vida como resultado del uso desproporcionado de la fuerza por parte de agentes del orden: no tenían que morir". El informe de 59 páginas fue preparado por los activistas de derechos humanos Mehmet Tursun y el Dr. Günal Kurşun. El informe decía que “404 civiles, incluidos niños, que no eran activistas políticos en la mayoría de los casos, no utilizaron la violencia contra la policía o no se enfrentaron con la policía, fueron asesinados”. Los casos del informe cubren las muertes ocurridas después de la extensión del poder de la policía para usar armas en 2007.

La policía usa armas para matar

El informe decía: "De acuerdo con el artículo 16 de la ley de poderes policiales, 'Si un oficial de policía encuentra resistencia mientras cumple con su deber, está autorizado a usar la fuerza para romper esta resistencia'. Dentro del alcance de la autoridad para usar fuerza, la ley dice que las armas se pueden usar de acuerdo con la naturaleza y grado de resistencia y de manera de neutralizar a quienes resisten cuando se cumplen la fuerza física, el poder material y las condiciones legales.

A raíz de las modificaciones introducidas en la ley de poderes policiales en 2007 y 2015, se ha observado que las violaciones del derecho a la vida han aumentado significativamente a medida que la policía recurrió sin dudarlo a aumentar sus poderes en el uso de armas de fuego. Los oficiales, que se supone que deben usar su arma como "último recurso" como estipula la ley, atribuyen algunos significados a conceptos abstractos como sospecha razonable, previsión y apreciación sobre los cuales no tienen suficiente entrenamiento, y usan su arma casi como la "primera opción" que conduce a resultados fatales".

El informe reveló que 93 niños, 70 mujeres y 241 hombres han sido asesinados en los últimos 14 años.