Abdullah Oran, de 63 años de edad y preso en la prisión de Sincan en Ankara desde hacía dos años, murió el 19 de marzo. El cadáver de Oran fue trasladado el mismo día al Instituto de Medicina Legal (ATK), desde donde se afirmó que Oran murió de un ataque al corazón.

Parientes de Oran en Mardin se trasladaron hasta a Ankara para devolver su cuerpo a su tierra y enterrarlo en el distrito de Qoser (Kızıltepe).

Son muchos los reclusos que mueren en Turquía a falta de tratamiento médico y las deplorables condiciones de higiene, así como debido a la falta de derecho y los malos tratos recibidos por parte de los funcionarios de prisiones. Esto es especialmente notable cuando los presos son políticos.