Nurettin Başaran es un preso discapacitado que fue detenido y condenado a 25 años de prisión tras el toque de queda anunciado en el distrito de Cizre de Şirnak en 2015. A pesar de su discapacidad del 78% y de que un informe del Instituto de Medicina Forense (ATK) de Turquía dice que "No puede permanecer solo", Başaran no es puesto en libertad. La situación de Başaran, que se negó a someterse a una operación en prisión, empeora gradualmente. Incluso las necesidades básicas de Başaran, que permanece en una celda de aislamiento, han de ser cubiertas por un cuidador en prisión.

En declaraciones a la agencia Mezopotamya (MA), la esposa de Başaran, Kaniye Başaran, exigió la puesta en libertad de su marido para que pudiera recibir un tratamiento adecuado. Başaran declaró que su marido necesitaba una silla de ruedas eléctrica que pudiera utilizar solo, algo que, sin embargo, no pueden permitirse.

No puede cubrir sus necesidades básicas

Başaran pidió la liberación de su esposo, que ni siquiera puede satisfacer sus necesidades básicas por sí solo, y necesita tratamiento. Y añadió: "Un cuidador le ayuda en la cárcel. ¿Hay algo más difícil que esto? Nos resulta muy difícil ir a las visitas. La prisión está lejos y no tenemos coche. Cambiamos varias veces de autobús para ir a la cárcel. No es capaz de mantenerse en pie. Queremos que le liberen y le traten fuera".

Başaran declaró que su marido perdería una pierna si no se operaba. Y añadió: "Está recibiendo terapia farmacológica. Aun así, su salud se deteriora día a día. Todo es muy difícil para una persona que no puede satisfacer sus necesidades en una prisión. Exigimos la liberación de todas y todos los presos enfermos".