Presos políticos describen sus condiciones y piden una acción inmediata

Los presos políticos de Izmir han hecho públicas sus condiciones de detención en una carta y han pedido el apoyo de las organizaciones de derechos humanos.

Los presos políticos de la prisión número 3 de Izmir Şakran han descrito sus condiciones de reclusión en una carta dirigida a la Asociación de Solidaridad EGE-TUHAYDER, pidiendo a las organizaciones de derechos humanos que tomen medidas de inmediato.

Según los presos, todas las actividades sociales, culturales, deportivas y educativas han sido canceladas debido a la pandemia. Sin embargo, las células están masivamente superpobladas, lo que fomenta la propagación de enfermedades. Todas las consultas médicas en el hospital significan una cuarentena posterior en condiciones peores que el "castigo de aislamiento". El acceso a periódicos, radio y televisión está arbitrariamente restringido.

El tratamiento médico en la enfermería de la prisión también está plagado de muchas dificultades. Según los reclusos, se ha convertido en una práctica común que notifiquen sus quejas de salud por escrito y luego se les expida una receta.

La comida institucional es pobre y se sirve en cantidades tan pequeñas que ni siquiera se cubre el requerimiento diario de calorías. Los productos que se pueden comprar en la prisión con el propio dinero tienen un precio excesivo y la oferta es muy limitada. "No podemos cubrir nuestras necesidades e incluso tenemos que comprar agua potable con nuestro propio dinero", escriben los presos. También tienen que pagar la electricidad ellos mismos y las facturas son cada vez más altas.

Otro problema que abordan los detenidos es la gran distancia que los separa de sus hogares. Muchos familiares no pueden permitirse viajar a la prisión y la administración penitenciaria restringe arbitrariamente los derechos de visita. En muchos casos, las cartas de los presos no se envían y los textos escritos en kurdo en particular se dejan tirados durante semanas. La ropa que traen los familiares no se entrega.

Los presos también informan sobre castigos disciplinarios arbitrarios por canciones y bailes kurdos. Las celdas son allanadas repetidamente por la noche y se confiscan las pertenencias personales. Según el personal penitenciario, las redadas nocturnas se llevan a cabo por orden del Ministerio de Justicia. Todavía se realizan registros corporales degradantes. Los presos políticos también señalan que no se les aplica el derecho a la liberación anticipada bajo supervisión.