Se reanuda la represión contra las presas en Urmia

Tras casi dos años de malos tratos y torturas en la prisión de Urmia, ahora se utilizan nuevos métodos de presión contra las presas, que han declarado que volverán a protestar.

Tras la huelga de hambre iniciada por las presas de la cárcel iraní de Urmia, en octubre, las fuerzas estatales iraníes mostraron una actitud de apaciguamiento de la protesta y prometieron poner fin a su política de represión. Sin embargo, esta actitud no duró mucho y, apenas diez días después de prometer que iban a suavizar las condiciones, empezaron a utilizar de nuevo la tortura.

Las presas dijeron que volverían a iniciar protestas si el Estado iraní no abandonaba estas políticas.

Peticiones de las presas aceptadas

Cuando las mujeres de Urmia no aceptaron el aumento de la presión, la tortura y la imposición de la participación obligatoria en los cursos determinados por la administración penitenciaria el pasado mes de octubre, se impuso la prohibición de llamar por teléfono y se redujo el tiempo de emisión a una hora.

Las presas iniciaron una protesta. Primero quemaron las mantas. Después de que ANF publicara la noticia que indicaba que la administración penitenciaria había metido a las presos amotinadas en celdas, las había torturado y amenazado de muerte, la administración penitenciaria se reunió con las presos políticos y les dijo que aceptaría todas las condiciones de las presas si ponían fin a la resistencia. En consecuencia, las presos políticas anunciaron que habían puesto fin a la rebelión el 22 de octubre de 2021.

Nueva represión

No había pasado un mes desde el fin de la protesta cuando las autoridades penitenciarias comenzaron a aplicar nuevos métodos de presión sobre las presas. Ahora el tiempo al patio está completamente prohibido. La mayoría de las presas fueron encerradas en un pabellón. El número de presas en cada pabellón, que era de unas 20, ha aumentado a 40 en la última semana.

Las presas dicen que iniciarán una nueva protesta

Las reclusas afirmaron que se las mantuvo deliberadamente juntas, especialmente durante la epidemia de coronavirus, a pesar del riesgo de contagio. Dijeron que volverían a hacer una huelga de hambre si continuaba la represión.