Şemsettin Ekinci, quien fue liberado de la prisión cerrada de tipo R de Izmir Menemen en enero de 2025 tras 30 años de cautiverio, falleció a los 70 años. El jueves por la noche, Ekinci fue hospitalizado en Antalya debido a una insuficiencia multiorgánica y perdió la vida. Su cuerpo fue trasladado a Batman para su entierro, en la aldea de Başova den el distrito de Gercüş.

Al funeral asistieron Gülistan Sönük, co-alcaldesa del municipio de Batman, quien fue reemplazada por un fideicomisario; miembros de la Asamblea de Madres por la Paz, el Movimiento de Mujeres Libres (Tevgera Jinên Azad - TJA); las organizaciones provinciales del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM) y el Partido de las Regiones Democráticas (DBP) en Batman; así como numerosos ciudadanos y ciudadanas. En enero de 2017, Ekinci sufrió un infarto debido a una obstrucción en los vasos cerebrales. A pesar de su estado, le administraron anticoagulantes y lo enviaron de nuevo a prisión. En 2018, enfermó en su pabellón y fue trasladado al Hospital Estatal de Çiğli, donde sufrió una hemorragia cerebral. Sufrió parálisis en el lado izquierdo del cuerpo, lo que le impidió mantenerse en pie. Aunque fue trasladado al Instituto de Medicina Forense (ATK) en repetidas ocasiones, y el informe emitido sobre él indicaba que "no podía permanecer solo en prisión", su solicitud de suspensión de la pena fue denegada.

Ekinci fue trasladado a la prisión tipo R de Menemen para recibir tratamiento, pero no vio progreso en su atención médica y su salud se siguió deteriorando día a día. Como la parte inferior de su cuerpo estaba paralizada, le aparecieron escaras debido a la inmovilidad prolongada. Debido a quemaduras en la zona genital, no podía orinar, por lo que le insertaron un catéter, obligándolo a vivir en estas condiciones. Fue también trasladado varias veces al Hospital Estatal de Yeşilyurt para recibir tratamiento oftalmológico, pero nunca se le realizó ninguna intervención médica