Bayram Sevgin lleva cinco años preso en la cárcel de Kayseri Bünyan.

Su madre, Ayşe Sevgin, anunció el martes que su hijo de 28 años Bayram le dijo por teléfono que había comenzado una huelga de hambre estricta para protestar contra la tortura.

Preocupada por la salud de su hijo, Sevgin dijo: “No he tenido noticias de mi hijo en dos semanas, Normalmente llama los jueces de cada semana. Quería reunirme con la administración de la prisión porque estaba preocupada, pero no me dieron ninguna información”.

Cuando finalmente pudo hablar con su hijo por teléfono, Bayram Sevgin le dijo a su madre: “Me han trasladado a otro pabellón por la fuerza. Los guardias me han torturado. Por ello, comencé un ayuno estricto hace cuatro días”.

La madre de Bayram Sevgin ha declarado que tamnén telefoneó a la administración de la prisión para hablar sobre el tema, pero que las autoridades le colgaron en mitad de la conversación.

Ayşe Sevgin dijo que quería que cumplieran con las demandas de su hijo.