La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) emitió un llamamiento urgente para salvar la vida de Ecevit Piroğlu, un activista de derechos humanos y disidente político actualmente detenido en Serbia que está en huelga de hambre indefinida para protestar por su posible deportación a Turquía.
La convocatoria pide una acción urgente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), Médicos sin Fronteras y la Cruz Roja y la Media Luna Roja Internacionales: “Le solicitamos que apelar al Ministro de Relaciones Exteriores de Serbia para que libere a Ecevit Piroğlu, le conceda asilo político y le proporcione tratamiento médico inmediato”.
Ecevit Piroğlu, un kurdo de Turquía, es una figura política muy conocida que ha estado luchando por la democracia, la justicia y la paz desde 1992, dando voz a los oprimidos y desfavorecidos de Turquía. Ha estado involucrado en diversas actividades políticas, desempeñó un papel clave en los movimientos estudiantiles y actuó como director de la Asociación de Derechos Humanos (İHD). Piroğlu ha sido arrestado muchas veces por su activismo y ha sido encarcelado repetidamente en Turquía. Tras su detención más reciente, se vio obligado a abandonar Turquía para escapar de una mayor persecución política.
El 25 de junio de 2021, Piroğlu voló a Serbia y fue arrestado después de aterrizar en el aeropuerto Nikola Tesla de Belgrado y ha estado detenido desde esa fecha. El 2 de junio de 2022, inició una huelga de hambre indefinida contra la extradición. Meses después, ha perdido mucho peso y está perdiendo fuerza y conciencia. Ahora está recluido en régimen de aislamiento y su vida corre peligro.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, realizó una visita no programada a Serbia el 17 de junio y la presionó para que extraditara a Piroğlu. La visita del presidente turco Recep Tayyip Erdogan el 7 de septiembre y sus negociaciones con Serbia sobre la venta de armas muestran que ésta parece dispuesta a sacrificar Piroğlu en beneficio de sus intereses diplomáticos y económicos. Según la ley serbia, cualquier persona que haya estado bajo arresto durante 12 meses debe ser puesta en libertad incluso si su juicio no ha concluido, ya que un proceso tan prolongado se considera una “violación de la libertad” y un “encarcelamiento excesivo”.