Se llevó a cabo una acción de desobediencia civil en el aeropuerto de Arlanda, en las afueras de Estocolmo. La acción estuvo organizada por el Comité de Rojava y las asociaciones del Kurdistán para protestar contra los ataques turcos a Rojava.
La oficina de Turkish Airlines se vio abarrotada por los manifestantes, que destacaron las masacres de civiles llevadas a cabo por Turquía y sus mercenarios en el norte y el este de Siria.
Los activistas llamaron a los pasajeros y turistas a boicotear las vacaciones en Turquía y los productos turcos.
Los activistas también pidieron al gobierno sueco y a la comunidad internacional que tomen medidas concretas para detener la invasión turca y responsabilizaron al país por los crímenes de guerra.