Activistas protestan en Heilbronn por la creciente criminalización de los kurdos

En Heilbronn hubo protestas contra la creciente criminalización de activistas kurdos.

El sábado por la noche tuvo lugar en Heilbronn una manifestación contra la criminalización de los kurdos en Alemania. Bajo el lema "Todos somos 129a/b - ¡basta de represión!", numerosas personas protestaron contra el registro del centro comunitario kurdo de Heilbronn y de varios apartamentos privados. Durante los registros del jueves, se rompió la puerta de la asociación kurda. Dos activistas fueron detenidos en sus domicilios y sometidos a un tratamiento de identificación. También se confiscaron numerosos objetos privados, teléfonos y ordenadores. En el Centro de la Sociedad Kurda se confiscaron fotos de los caídos en la lucha de liberación. Según denunciaron los afectados, la policía les amenazó con la deportación cuando entraron en el club durante el registro.


La medida se justificó con los actos conmemorativos que habían tenido lugar en las últimas semanas.

La manifestación se dirigió desde el Theresienwiese hasta la oficina de Heilbronner Voice. Las pancartas señalaban la criminalización de los kurdos y pedían el fin de la represión. En los discursos se criticó la información de Heilbronner Voice y se pidió solidaridad. "Es inaceptable que varios miles de kurdos vivan aquí y sean criminalizados y atacados racialmente todos los días", dijo un orador cuyo domicilio fue registrado. "En nuestra asociación celebramos actos de duelo junto con familiares de los muertos en la guerra del Kurdistán, y eso no es criminal", explicó el activista. Estos actos son legítimos y los muertos son combatientes que fueron asesinados con armas químicas por el Estado turco. "No es criminal que abramos nuestras puertas a personas que han perdido a sus hijos en esta guerra sucia", dijo el orador, señalando que Turquía está cometiendo crímenes de guerra y cuenta con el apoyo activo de Alemania.

Aumento de la persecución 

En Alemania hay actualmente doce kurdos detenidos o en prisión acusados de pertenencia al PKK. Los activistas que no están clasificados como "cuadros del partido" también se ven cada vez más afectados por la persecución penal en virtud del artículo 129a/b del código penal.

Además, Alemania recurre al reclutamiento de informadores, las sanciones a la inmigración y la intimidación en su lucha contra el movimiento kurdo. A kurdos que llevan décadas viviendo en Alemania se les ha retirado el pasaporte y el permiso de residencia, y en algunos casos se ha amenazado a sus hijos.