Alemania finalmente deporta al refugiado kurdo a Irán
A pesar de la campaña impulsada por numerosas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Amnistía Internacional, Alemania deporta a Irán al refugiado kurdo Ebrahim Abdi Jenekanlo.
A pesar de la campaña impulsada por numerosas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Amnistía Internacional, Alemania deporta a Irán al refugiado kurdo Ebrahim Abdi Jenekanlo.
Ebrahim Abdi Jenekanlo, de 33 años, es un kurdo de un pueblo de Rojhilat, cerca de Makou. Este escayolista de formación está en la República Federal de Alemania desde octubre de 2010. Aquí también encontró trabajo en su profesión y presentó varias solicitudes de asilo. El viernes, sin embargo, Jenekanlo fue deportado a Irán.
"Antes de huir de Irán, Jenekanlo fue detenido y torturado por participar en una manifestación", explica Sarah-Katharina Merk, de Amnistía Internacional, uno de los grupos que intentaron detener su deportación. Con la ayuda de su familia, Jenekanlo salió en libertad y huyó por miedo a ser nuevamente detenido y torturado.
Según Merks, Jenekanlo es miembro de una familia extensa políticamente activa que estaba bajo observación del régimen por ser opositora a la revolución de Jomeini. El hermano de Ebrahim Abdi Jenekanlos fue fusilado hace años por llevar el traje kurdo, y amenazaron al padre.
"El Ministerio de Asuntos Exteriores evaluó la situación de riesgo basándose en la pertenencia a la familia extensa y en la situación de la región de la que procede el Sr. Jenekanlo", afirma Merk, portavoz de Amnistía. Como no hay una autoridad comparable en la región, no se puede hacer una evaluación final. El Ministerio de Asuntos Exteriores también señaló que no se puede descartar un encarcelamiento a corto plazo.
Según Younes Bahram, miembro del Foro Germano-Kurdo de Dresde, actualmente hay informes sobre la situación del Sr. Jenekanlo en la televisión kurda-iraquí y pro-kurda iraní. Según Bahram, estos informes son suficientes para que la República de Irán determine la traición y la ejecución de la pena de muerte asociada.
A pesar del pobre historial de derechos humanos y de las leyes de ejecución, Alemania expulsó a 48 refugiados a Irán en 2019 y 2020.