El presidente de la asociación asirio-siríaco-caldea, Özcan Kaldoyo, ha declarado que Suecia causó un gran trauma atacando al PKK y a los kurdos, y ha pedido al gobierno que se enfrente a su pasado y les pida perdón.
Kaldoyo es uno de los primeros asirios que llegaron a Suecia. Lo hizo e 1976 para solicitar asilo político a causa de las presiones del Estado turco contra los asirios.
Kaldoyo, quien ha estado viviendo en Suecia durante 45 años, ha recordado que la policía sueca y la policía turca, así como algunos kurdos, jugaron un papel determinante en la culpabilización de los kurdos y el PKK por la muerte de Olof Palme.
Kaldoyo ha dicho: “Culpamos a la policía sueca por su intento de culpabilizar a los kurdos por la muerte de Palme”.
Kaldoyo ha explicado que él era amigo cercano de Ismet Celepli, uno de los kurdos a los que la policía sueca responsabilizó por el asesinato. “Torturaron a Celepli y a los kurdoa que acusaron de estar involucrados en el asesinato. Los espiaron poniendo micrófonos hasta en sus habitaciones. Celepli tuvo que cortar todas sus relaciones sociales para que otros no se vieran en problemas”.
Recordando que hay 4 diputados kurdos en el Parlamento sueco y el Comité de Solidaridad con el Pueblo Kurdo, Kaldoyo ha pedido a los diputados kurdos que lleven el asunto a la agenda del Parlamento.
Señalando la necesidad de llevar la opresión contra los kurdos a la agenda del Parlamento, Kaldoyo ha añadió: “Los kurdos deben tomar una posición en función de la respuesta del gobierno”.
Kaldoyo ha subrayado que como asirio que llegó a Suecia desde Alemania justo después del asesinato, fue detenido cerca de 10 días.
Apuntando que el asesinato de Palme afectó a los kurdos de forma más negativa que a los asirios, Kaldoyo ha añadido: “En ese momento, algunos kurdos tuvieron que esconder que eran kurdos. Recuerdo que numerosos siríacos pospusieron también sus bodas. No por miedo, sino por respeto a Palme”.
Kaldoyo ha subrayado que los pueblos asirio-siríaco-caldeo, igual que los kurdos, están luchando para conocer los hechos y arrojar luz sobre el asesinato de Palme.
El gobierno de los socialdemócratas de mediados de los 70’ decidió conceder a los asirios-siríacos de Turquía un permiso de residencia por razones humanitarias. Mientras Olof Palme estaba en el poder y en la oposición, hizo grandes esfuerzos para que los siriacos obtuvieran casas y pudieran ir a la escuela, así como para brindarles oportunidades de trabajo e integrarse en la sociedad sueca.