Los migrantes que se han dirigido a Bielorrusia con la esperanza de llegar a Europa se enfrentan a una catástrofe humanitaria a ambos lados de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, con un frío glacial. Los migrantes no pueden pasar la frontera, enfrentándose a las fuerzas de seguridad de ambos lados. Mientras continúa su desesperada espera en condiciones difíciles, el gobierno central iraquí ha entrado en acción para el retorno de los migrantes.

Autoridades de Bahgdad declararon el jueves que más de 400 ciudadanos iraquíes varados en Bielorrusia han sido devueltos hoy a Bagdad y Erbil.

Según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ahmed al-Sahaf, 430 migrantes iraquíes han sido documentados a bordo en su camino de vuelta a Irak hoy. Los agentes del consulado en Bielorrusia han registrado los nombres de otros 50 iraquíes, añadió.

No hay cifras oficiales sobre el número de migrantes varados en la frontera polaco-bielorrusa. Sin embargo, los informes hablan de miles, principalmente de Irak, Siria y Yemen, que han viajado a Bielorrusia en los últimos meses en un intento de llegar a Europa.

A raíz de las crecientes críticas, algunos países, como Irak, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, han restringido los vuelos a Bielorrusia. Aun así, muchas personas encuentran formas alternativas de llegar a Minsk gracias a los procedimientos de visado sin problemas.

La mayoría de los que planean quedarse en Bielorrusia no tienen esperanzas de regresar a Irak.

Mientras tanto, el número de víctimas de la crisis es cada vez mayor. En los últimos meses, al menos 11 personas han muerto en la frontera, entre ellas dos del Kurdistán del Sur cuyos cuerpos han sido devueltos a casa desde Bielorrusia.