Según los medios rusos, el ejercicio se llevará a cabo en la región de Krasnodar, adyacente a Crimea, que fue anexada a Rusia en 2014. Alrededor de 1200 soldados, más de 250 vehículos y aviones participarán en el ejercicio.

Según la agencia Interfax, las unidades militares simularán la captura de un área como parte de una operación ofensiva.

Si bien Washington afirmó que Rusia ha desplegado más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, se teme que se estén realizando preparativos para una posible operación.

Moscú rechaza estas acusaciones y reacciona a la actitud "agresiva" de Kiev y los occidentales. Según Moscú, los ejercicios militares son puramente disuasorios.

En una declaración durante la semana, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que si sus rivales occidentales continuaban la "línea agresiva", responderían "militar y técnicamente". "Tomaremos las medidas de represalia militares y técnicas apropiadas si se mantiene la línea abiertamente ofensiva de nuestros colegas occidentales", dijo Putin.

El Departamento de Estado de Estados Unidos afirma que Washington y sus aliados están siguiendo "de cerca" la situación en la frontera con Ucrania. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores afurna que Rusia sigue aumentando las tensiones y no reduce su presencia militar en la frontera.

La Unión Europea y EE.UU., por un lado, envian el mensaje de que toman el "diálogo" como base, y por otro lado, expresan que estarán unidos contra Rusia.

Según Euronews, el primer ministro italiano Mario Draghi dijo: "¿Cuáles son los elementos de disuasión en manos de la Unión Europea? Tenemos que pensarlo, porque tenemos misiles, barcos, armas, ejércitos. Pero no por ahora".

La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, declaró que estaban "profundamente preocupados" por la declaración de Putin y agregó que la crisis actual podría resolverse "solo a través del diálogo".