Alrededor de 80.000 personas protestaron contra el racismo y el giro a la derecha en Viena el viernes por la noche. A pesar del viento y la lluvia, los manifestantes se reunieron frente al Parlamento. La manifestación fue principalmente una reacción a la aparición de una red de políticos de extrema derecha de la AfD, la CDU y el "Movimiento Identitario", que había estado discutiendo las deportaciones masivas.
La iniciativa antirracista "Black Voices, Fridays For Future", la Plataforma para una Política de Asilo Humana y muchas otras organizaciones, incluida la alianza de solidaridad con el Kurdistán "Defend Kurdistan", habían convocado la manifestación. En un discurso pronunciado en un gran escenario frente al Parlamento, un activista del Consejo de los Kurdos de Austria (FEYKOM) pidió una fuerte lucha conjunta contra el racismo: "Como kurda en Austria, podría hablar mucho sobre cómo estamos divididos en extranjeros buenos y malos", dijo la activista.
Para marcar la diferencia, es necesaria una perspectiva internacionalista, continuó la activista y subrayó que: "Se necesita un movimiento conjunto que se dirija contra las guerras de los que están en el poder. Porque las guerras y el aumento del racismo tienen una causa común: el sistema económico capitalista".
En sus discursos, Fridays For Future Vienna y Black Voices hicieron hincapié en la importancia de combatir el racismo en la vida cotidiana y de estar atentos. Además, el antirracismo y la lucha por la justicia climática deben considerarse conjuntamente porque las personas del Sur Global se ven particularmente afectadas por las consecuencias de la crisis climática y la explotación de los combustibles fósiles sigue patrones neocoloniales.