El pueblo de la República de Chipre votó el domingo para renovar el Parlamento. 21 partidos compitieron por los 56 escaños disponibles en la Asamblea. 

El partido conservador Rally Democrático y el comunista AKEL mantuvieron su posición como los dos mayores partidos de la isla, pero vieron mermado su apoyo por partidos más pequeños y de derechas.

El partido de extrema derecha ELAM y un grupo centrista más pequeño han conseguido grandes ganancias, mientras que los tres primeros partidos parecen haber sido muy castigados por los votantes, claramente desencantados con los centros de poder tradicionales.

Con el 100 por ciento de los votos escrutados, el ELAM obtuvo el 6,78 por ciento de los votos -un aumento del 3 por ciento respecto a las anteriores elecciones de 2016- para superar al partido socialista EDEK por un estrecho margen de unos 200 votos.