En París, miembros del movimiento juvenil kurdo llevaron a cabo una acción de desobediencia civil en los locales de France Télévisions. Con su acción, los activistas llamaron la atención sobre los rumores en Turquía de que Abdullah Öcalan, líder y fundador del PKK, había muerto en prisión.
Öcalan ha permanecido como rehén político en la isla-prisión turca de Imrali desde que fue secuestrado en Kenia en 1999 en violación del derecho internacional, la mayor parte del tiempo en total aislamiento. Ante la supuesta muerte de Öcalan, la sociedad kurda exige información fiable sobre su situación actual y llena las calles de todo el mundo para instar a las organizaciones internacionales a intervenir. Una petición urgente de los abogados de Öcalan para visitar a Imrali sigue sin respuesta por parte de las autoridades turcas.
"Exigimos que se ponga fin inmediatamente a la incertidumbre. Todo nuestro pueblo está preocupado por la vida de Abdullah Öcalan, que es nuestra línea roja. No sólo las organizaciones y organismos internacionales tienen la responsabilidad de actuar, sino también los medios de comunicación", dijo uno de los activistas sobre el fondo de la acción.