Kardo Bokani, uno de los 14 activistas en huelga de hambre en Estrasburgo ha escrito una carta dirigida al Primer Ministro de la República de Irlanda para informarle sobre los motivos de su acción.
A continuación reproducimos la carta en su totalidad:
“Querido Leo Eric Varadkar,
Le escribo desde la huelga de hambre de Estrasburgo en la que llevamos 78 días sin comer. Soy un ciudadano irlandés y doctor en filosofía que enseñó durante tres años en la Universidad de Dublín. Junto con otros 13 activistas, incluyendo un abogado, un exdiputado, un político, un intelectual y un periodista, llevo en huelga de hambre indefinida desde el 17 de diciembre. Aparte de nuestro grupo, más de 300 kurdos están en huelga de hambre en distintos sitios de Turquía, muchos de ellos son presos políticos en Turquía. Esta ola de huelgas de hambre fue iniciada por la diputada encarcelada, Leyla Güven, que lleva 117 días en huelga de hambre.
El propósito de la huelga de hambre es exigir el fin del aislamiento que el estado turco impone sobre el líder kurdo, Abdullah Öcalan, negándole por tanto sus derechos humanos básicos. No se le ha permitido recibir visitas de su abogado desde julio de 2011 ni de sus familiares desde octubre de 2014, a excepción de dos breves visitas de su hermano, ambas en el contexto de huelgas de hambre contra el aislamiento. Su aislamiento contraviene la Convención Europea de Derechos Humanos, las Normas de Mandela de la ONU para garantizar un tratamiento mínimo a los presos políticos, y la propia constitución de Turquía.
El informe del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) tras la visita realizada en 2016 y que fue publicada en marzo de 2018 afirma que:
“En referencia a los artículos 3 y 10, párrafo 2 de la Convención, el CPT una vez más hace un llamamiento a las autoridades turcas para que tomen los pasos necesarios – sin mayor retraso- para asegurar que los presos de la Prisión de Imrali tengan la posibilidad, si así lo desean, de recibir las visitas de abogados y familiares”.
Nos sentimos satisfechos cuando vimos la Resolución 2260 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa realizando un llamamiento a las autoridades turcas a que cumpliesen con estas recomendaciones, pero estamos pendientes por ver que estos llamamientos lleven a alguna acción concreta.
Öcalan es una figura política eminente, reconocido como líder por millones de kurdos, que han estado cada vez más preocupados por el trato humillante dispensado por el estado turco. Además, en las últimas dos décadas, Öcalan ha realizado varios intentos para negociar una solución pacífica para los kurdos en Turquía. La gran influencia que tiene sobre el movimiento kurdo y los sectores democráticos en Turquía hacen que juegue un papel vital para cualquier proceso de solución entre los kurdos y el gobierno turco. Acabar con el aislamiento es un primer paso crucial hacia la estabilidad, la paz y la democracia en Turquía y Siria.
La importancia de Öcalan va más allá de la comunidad kurda. Él ha asumido una relevancia internacional cada vez mayor, ya que sus ideas han dado lugar en Rojava a una nueva sociedad basada en la democracia directa, el feminismo, multiculturalismo y la cooperación intercultural, todos ellos valores internacionales importantes. Solo esto debería ser suficiente para que la comunidad internacional trabajase conjuntamente para acabar con el aislamiento de Öcalan, y motivar al estado turco a que retome el proceso de paz que habían iniciado con él.
La República de Irlanda ha jugado un papel activo en alcanzar un final pacífico al conflicto étnico en Timor Oriental. Irlanda del Norte también ha recibido un apoyo constante por parte de la Unión Europea y los Estados Unidos para conseguir una estructura para compartir el poder que puede ser un modelo para solucionar otros conflictos étnicos. Estas dos experiencias han otorgado a Irlanda el papel tanto de recibir como de dar apoyo importante, en la ausencia del cual la violencia y el derramamiento de sangre habrían continuado plagando nuestra isla y Timor Oriental. A pesar de ello, Irlanda ha permanecido en silencio en el caso de Kurdistán, y hasta ahora no ha jugado el papel histórico que podría jugar para acabar con este conflicto sangriento.
Como ciudadano irlandés, estoy orgulloso de la historia, pueblo y cultura irlandesa, y en representación de más de 300 huelguistas de hambre hago un llamamiento para que apoyéis nuestra acción y para acabar con el aislamiento de Öcalan, y llevar a la República de Irlanda hacia el desempeño de un papel similar en la cuestión kurda al que jugó en Timor Oriental”.