Bagdur y Kobane comenzaron la huelga de hambre en la ciudad alemana de Kassel, y fue más tarde que se trasladaron en Berlín para continuarla desde allí junto a otros activistas.
Bagdur estuvo 59 días en huelga de hambre y Kobane alcanzó los 118. Después de que Öcalan se reuniera con sus abogados y pidiera que se pusiera fin a la huelga de hambre en tanto que el aislamiento había acabado, Bagdur y Kobane fueron ingresados en el hospital para recibir tratamiento médico.
Ambos activistas han sido recibidos con entusiasmo en el Centro de la Sociedad Democrática Kurda. Los activistas han asegurado desde allí que la lucha no ha terminado.