Los kurdos y los italianos condenan en Roma la conspiración que condujo al secuestro de Öcalan

Kurdos e italianos se manifestaron en Roma para condenar la conspiración que condujo al secuestro de Abdullah Öcalan el 15 de febrero de 1999.

Kurdos e italianos se manifestaron el sábado en Roma para condenar la conspiración que condujo al secuestro de Abdullah Öcalan el 15 de febrero de 1999. Los activistas también pidieron la retirada del PKK de la lista de organizaciones terroristas de la UE y exigieron la liberación de Abdullah Öcalan, figura clave para la solución de la cuestión kurda.

El 23º aniversario de la conspiración internacional contra el líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, fue protestado con una multitudinaria manifestación en Roma.

El 12 de noviembre de 1998, el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan aterrizó en Roma y pidió una solución política a la cuestión kurda. Sin embargo, su petición fue objeto de una conspiración en la que participaron numerosas potencias internacionales y finalmente fue secuestrado ilegalmente y entregado a Turquía el 15 de febrero de 1999.

Los directivos de la Oficina de Información del Kurdistán en Italia pronunciaron un discurso, agradeciendo a todos los participantes y diciendo que "juntos podemos liberar a nuestro líder".

Entre las organizaciones que asistieron a las manifestaciones se encontraban la Rifondazione Comunista, el Comité "Tiempo de Libertad para Abdullah Öcalan", la Confederación de Sindicatos Populares COBAS, la Unión CUB, la ARCI, la Unión de Abogados Democráticos, la Izquierda Antifascista, federaciones anarquistas, movimientos feministas de mujeres, jóvenes ecologistas, estudiantes universitarios y personas de muchas partes de Italia.

Los activistas procedían de las regiones de Toscana, Apulia, Sicilia, Molise, Campagna, Abruzos y Lacio.

Los activistas exigieron la liberación de Abdullah Öcalan y la retirada del PKK de la lista de organizaciones terroristas.

Durante la marcha también se recogieron firmas para la campaña "Delist the PKK".

La acción terminó con los discursos pronunciados en la plaza de San Giovanni.