Las protestas al sur de Irak que comenzaron en julio continúan. Las altas temperaturas, combinadas con la falta de agua y electricidad, han aumentado el descontento entre la población.

De acuerdo con el departamento de salud de Basora, al menos 17.000 personas han sido hospitalizadas a causa de la contaminación del agua desde el 12 de agosto.

En el último giro de los acontecimientos, los manifestantes han bloqueado la entrada del puerto iraquí de materias primas Umm Qasr para demandar mejores servicios.

Este movimiento se ha producido unas horas antes de que los manifestantes prendieran fuego al edificio principal del gobierno provincial en el centro petrolero de Basora.

Según las fuentes, la carretera de Basora a Bagdad también ha sido cortada por los manifestantes.

Las posibles interrupciones en la producción de petróleo podrían afectar severamente a la economía de Irak.

Irak ha estado luchando por reconstruir su economía desde la guerra contra el Estado Islámico que costó decenas de miles de millones de dólares.

Umm Qasr recibe los envíos de cereales, aceites vegetales y azúcar de Irak.

Previamente, el miércoles, las fuerzas de seguridad iraquíes abrieron fuego contra los manifestantes mientras las dos partes se enfrentaban por tercer día consecutivo en Basora.