Existe un creciente consenso en Irlanda y Europa de que la primera ministra británica, Theresa May, no es sincera en cuanto a negociar un acuerdo con la Unión Europea, y probablemente no se puede confiar en que se cumpla uno en ningún caso.
La confianza de los irlandeses en la capacidad de May para lograr un acuerdo se encuentra en su punto más bajo después de que renunció al elemento crítico 'backstop', diseñado para evitar una remilitarización de la frontera de Gran Bretaña a través de Irlanda. Esa medida es contraria al Acuerdo de Viernes Santo y trajo de vuelta acusaciones sombrías por parte del Sinn Féin de Tory "mala fe" y "deshonra".
May sufrió otro revés humillante esta semana cuando los parlamentarios no la respaldaron en un voto casi idéntico, en medio de acusaciones de conspiración e ineptitud.
Hablando después de que en mayo visitó Belfast la semana pasada para dirigirse a figuras de negocios, la presidenta del Sinn Fein, Mary Lou McDonald, criticó al primer ministro británico que, según dijo, había "venido aquí con la misma vieja retórica, sin plan, sin credibilidad y francamente sin honor".
El Brexit, dijo McDonald, "amenaza con afectar todo el marco político y constitucional que se adapta a la estabilidad actual y obstaculiza el proceso de paz", dijo.
McDonald también defendió la negativa de Sinn Féin a tomar sus siete escaños en Westminster, una política abstencionista que se remonta a la creación del partido en 1905. "No tenemos nada que ver con su parlamento ... He visto las a veces extrañas y exóticas travesuras en Westminster a lo largo de todo este proceso del Brexit", dijo.
McDonald pidió una conversación en toda Irlanda y un foro para planificar un referéndum sobre la unidad irlandesa. "Irlanda no consintió con el Brexit. - dijo ella - No consentimos a una frontera dura. Creemos que el "respaldo" contenido en el acuerdo de retiro es una póliza de seguro vital para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda y debe ser respetada. Es lo mínimo que se requiere. Sin embargo, es hora de mirar más allá de Brexit y más allá de la partición. Si la frontera no se puede mitigar, debe eliminarse. La demanda de la unidad irlandesa está creciendo. Irlanda del norte y del sur está cambiando. Ahora es el momento de mirar el futuro".