El 20 de febrero, un hombre kurdo llamado Ugur Sakar se quemó a lo bonzo frente al Tribunal de Krefeld, en Alemania, para protestar contra el régimen de aislamiento agravado impuesto al representante del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan.
Inmediatamente después de la protesta de Sakar, quien todavía está recibiendo tratamiento en el hospital de Duisburg en tanto que el 67% de su cuerpo se encuentra cubierto por quemaduras, los medios del Estado de Renania del Norte-Westfalia (NRW) empezaron a publicar historias manipuladas.
Estos artículos, que parecen haber sido escritos por la misma persona, vierten mentiras sobre Sakar, quien participó en la Larga Marcha desde Mannheim la semana pasada para mostrar su solidaridad con las huelgas de hambre, y fue atacado por la policía en varias ocasiones.
Sakar declaró su propósito de prenderse fuego en una carta que escribió antes de llevar a cabo esta acción, donde podía leerse: “para protestar por el aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y para condenar la brutalidad policial del Estado alemán contra los kurdos”. Ninguno de los artículos del medio alemán mencionan la carta, pero todos afirmaron que Sakar era “un criminal que había estado antes en el radar de la policía”.
Información falsa
El periódico Rheinische Post destaca por la desinformación que ha venido publicado desde el otro día, en un intento de distorsionar la protesta de Sakar. En el artículo más reciente de ayer, el periódico afirma que Sakar, de 43 años, podría “posiblemente estar mentalmente enfermo”. Las mismas afirmaciones se publicaron en los periódicos locales de la NRW.
El artículo también puso en primer plano la redada policial llevada a cabo ayer en la casa de Sakar, y la declaración de la policía. Los mismos documentos llamaron a Sakar “una persona conocida por la policía” porque había sido investigado por su participación en una manifestación en Dusseldorf el pasado mes de enero.