Se realizó una manifestación por el activista kurdo Uğur Şakar frente al tribunal de distrito de Krefeld. El hombre kurdo de 43 años de edad quiso quemarse frente al juzgado el miércoles pasado y quedó gravemente herido. Todavía está en peligro de muerte.

En una carta manuscrita, Şakar designó el motivo de su autoinmolación como su protesta contra la violencia policial alemana y la represión contra el movimiento kurdo. También se negó a aceptar el silencio del público sobre la campaña de huelga de hambre kurda.

Desde noviembre de 2018, más de 300 presos políticos están en huelga de hambre en las cárceles turcas por iniciativa de la política kurda Leyla Güven para poner fin al aislamiento total de Abdullah Ocalan, que ya dura muchos años. También en Estrasburgo, Toronto, Newport, Kassel, Nuremberg, Duisburg, Hewlêr y otras ciudades activistas con la misma reivindicación se han declarado en huelga de hambre.

Con su auto-inmolación, Sakar quiso enfatizar esta demanda. La policía alemana afirmó, sin embargo, que Sakar había intentado quemarse a causa de problemas psicológicos. Los medios de comunicación alemanes tampoco dieron una amplia cobertura del contenido político de la acción.

Los participantes de la manifestación criticaron fuertemente la actitud de la policía y la prensa alemanas. Dijeron que Uğur Şakar perseguía el objetivo de hacer un llamamiento y romper el silencio sobre las huelgas de hambre y el aislamiento de Öcalan, de 70 años. Posteriormente, los activistas depositaron una corona negra frente al tribunal de distrito de Krefeld como señal de protesta contra el gobierno federal.