La decisión de la fiscal superior de Suecia de retirar los cargos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por violación, ponen punto y final a un caso que arrastra desde hace una década y que llevó a Assange a refugiarse en la embajada de Ecuador en Londres para evitar la extradición.
La decisión de la fiscal puede ser recurrida, pero todo apunta a que la investigación, que se inició en 2010, será archivada. El abogado de la denunciante ha dicho que están estudiando si recurrir o no.
Assange, ciudadano australiano, violó las condiciones de la libertad provisional en Gran Bretaña para evitar la posible extradición y se refugió en la embajada de Ecuador en 2012. Finalmente, en abril de este año ecuador le retiró el asilo y fue detenido por la policía británica y ahora lucha contra una posible extradición a EE. UU. acusado de espionaje y revelación de secretos.
Mientras Asdange estaba en la embajada de Ecuador, todas las acusaciones contra él provenientes de Suecia prescribieron excepto la denuncia de violación que interpusieron dos mujeres. La Fiscal Eva Marie Persson reabrió el caso tras la salida de Assange de la embajada ecuatoriana. Ayer afirmó durante la rueda de prensa que todo apunta a que no hay pruebas suficientes para condenar a Assange.
«Tras realizar una evaluación exhaustiva de lo que se ha sabido durante el curso de la investigación preliminar, he decidido que las pruebas no son suficientes para formular una acusación formal. Han pasado 9 años desde la acusación y el tiempo es un factor para tomar esta decisión».
Assange ha negado de forma constante las acusaciones de violación y dice que son parte de un plan para desprestigiarlo y facilitar su extradición a los EE. UU.