Asedio militar racista en Lice

El ejército turco ha asediado las aldeas de Çemê Elika y Xiraba en Licê. La mezquita, la escuela y la funeraria se convirtieron en bases. De los altavoces de los coches blindados se escuchan canciones racistas, se desconoce el paradero de dos mujeres.

Continúan las operaciones militares del ejército turco, iniciadas el pasado lunes en la zona rural del distrito de Lice en Amed (Diyarbakır). La operación con apoyo aéreo, que inicialmente incluía las zonas de Kormik (Yünlüce), Barav (Baharlar) y Mizag (Kılıçlı), también cuenta con la participación de unidades especiales de la policía turca (Polis Özel Harekat, PÖH) y la gendarmería (Jandarma Özel Harekat, JÖH). El jueves, la gobernación impuso un toque de queda a un total de 65 aldeas en Lice y el distrito vecino de Hani; el viernes, la zona de operaciones se amplió. Todas las carreteras que conducen a las zonas afectadas están bloqueadas.

Desde ayer, el ejército turco ha asediado las aldeas de Şenlik (Xiraba) y Birlik (Çemê Elika) en Lice. Un residente dijo a la agencia de noticias Mezopotamya Ajansı (MA), con sede en Kurdistán del Norte, que las fuerzas militares turcas habían convertido la mezquita de la aldea, la funeraria y una escuela en bases en la aldea de Birlik.

Se han colocado banderas turcas en los edificios y se escuchan canciones turcas racistas en los altavoces de los vehículos blindados. Como se informó a ANF, casi 40 residentes han sido detenidos hasta ahora, entre ellos mujeres y niños. Algunos de los que han sido liberados denuncian torturas por parte de los soldados. Todavía hay intensos movimientos militares en la región, y las fuerzas militares han prendido fuego a los cultivos de la población local.

Durante las redadas en la aldea de Şenlik, dos mujeres, Tuba Nergiz y Aysel Nergiz, fueron arrestadas y no se sabe a dónde fueron llevadas. Además, la población local es insultada y amenazada por las unidades operativas. "Los habitantes de las aldeas se encuentran en una situación muy grave. Los militares han ocupado la región, todos son insultados y amenazados. Estamos en una situación desesperada y necesitamos ayuda", dice el residente de la aldea de Birlik.