Mientras que en Turquía hace tiempo que se levantó el estado de emergencia vigente tras el frustrado intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016, en varias provincias kurdas lleva cinco años en vigor sin interrupción. Cada 15 días, el gobernador turco prorroga la prohibición de reunirse en las provincias afectadas, como ocurrió de nuevo el sábado en la provincia de Van. Como anunció el gobernador, la actual prohibición de reunión durará hasta el 1 de agosto.

Oficialmente, cualquier tipo de reunión está prohibida. Sin embargo, esta prohibición de reunión no se aplica a los partidos gobernantes y a las organizaciones islamistas que celebran regularmente reuniones y actos en Van, bastión del HDP. Una práctica similar prevalece en la provincia kurda de Hakkari, donde la prohibición de reuniones también está vigente desde hace cinco años.