El 3 de julio, MHY, de doce años, fue hallada ahorcada en un inodoro en el Instituto Quran en la provincia de Muş. El niño murió poco después en el hospital. La familia habla de un asesinato planeado y rechaza las teorías suicidas porque el niño no podría haberse estrangulado con un cinturón en la manija de la puerta. Los médicos también dudan del suicidio.

Casos de violencia sexual

Los antecedentes del crimen aún no están claros, las autoridades han impuesto una orden de secreto sobre el presunto crimen. Muchos padres están preocupados por la situación. No hay control alguno sobre las clases del Corán en la región y continúan surgiendo nuevos casos de violencia sexual. La población de la región habla de un encubrimiento sistemático de estos actos de violencia.

Violencia sexual contra tres chicos

Salió a la luz que el año pasado, tres niños fueron agredidos sexualmente en una escuela del Corán en la aldea kurda de Kod (Tan), también en la provincia de Muş. El autor fue aprehendido y arrestado. Posteriormente, muchos padres sacaron a sus hijos de los cursos. Sin embargo, el caso solo salió a la luz por la insistencia de la madre de una de las víctimas. Después de que su hijo se negara a ir al curso del Corán y llorara constantemente, la madre consiguió que rompiera el silencio y denunciara el abuso sexual. Sin embargo, esto solo representa la punta del iceberg, porque los niños muchas veces no se atreven a hablar con sus padres sobre lo que han vivido. Los aldeanos explican que las madrasas persuaden repetidamente a los padres para que envíen a sus hijos a los cursos.

La familia está presionada

Estos hechos fueron ocultos a los medios de comunicación y la familia fue presionada al respecto. La solicitud de la familia a la Oficina de Asuntos Religiosos de Muş tampoco tuvo éxito. "El perpetrador ha sido arrestado, ¿qué más quieres?" fue el mensaje de la oficina. Se advirtió a las familias que no "extendieran" el problema. De hecho, la familia de un niño que había compartido el incidente en las redes digitales fue presionada y se eliminó la publicación. Los aldeanos, que no quisieron dar sus nombres por razones de seguridad, habían pedido una intervención en relación con la madrasa. En esta escuela del Corán, alrededor de 500 niños no solo reciben lecciones del Corán, sino que el curso también sirve como un lugar de instrucción.

La autoridad religiosa legitima la violencia sexual contra menores

El hecho de que surjan casi todas las semanas nuevos casos de violencia sexual en instituciones religiosas controladas por el estado no es una coincidencia. El gobierno y las autoridades religiosas actúan de la mano para legitimar la violencia sexual. Tan recientemente como a principios de julio, el gobierno reintrodujo una ley según la cual los perpetradores quedarían impunes si se casaban con los sobrevivientes menores de edad de sus violadores. Esta ley, conocida como la "amnistía de abuso", está cerca del corazón del gobierno, por lo que ya intentó impulsarla en 2016 y 2020. Los medios estatales también están involucrados en la legitimación de la violencia sexual contra niños y jóvenes. En septiembre pasado, por ejemplo, el canal de televisión Akit presentó declaraciones sin críticas de un profesor como: "Entre los 12 y los 17 años, el cuerpo de una mujer es el más adecuado para el parto; estos son 'cuerpos de supermujeres´. Puede preguntarle a cualquier médico sobre esto".

Nueva ley dificulta el esclarecimiento de la violencia sexual

Cada vez son más los casos nuevos de violencia sexual que salen a la luz en Turquía y el norte de Kurdistán. Pero procesar a los perpetradores se hace cada vez más difícil. La ratificación del 4º Paquete de Ley el 9 de julio incluye un párrafo de protección absoluta al perpetrador, luego de que las investigaciones sobre violencia sexual ya no sean suficientes para detener al presunto perpetrador si solo hay una "fuerte sospecha" en su contra. En cambio, las "pruebas concretas" se convierten en un requisito previo para la imposición de la prisión preventiva.