Se esperan desarrollos históricos en julio

Se espera un llamado histórico de Abdullah Öcalan en julio y el PKK también se prepara para dar un paso crítico en el Kurdistán del Sur.

PROCESO DE PAZ

Un artículo de Nezahat Doğan publicado en Jinnews sugiere que los próximos días serán testigos de “desarrollos históricos”.

El artículo publicado en Jinnews afirma:

“Se espera que el Líder del Pueblo Kurdo Abdullah Öcalan haga un llamado, y en respuesta a ese llamado, presenciaremos a un grupo del Movimiento de Libertad Kurdo deponer las armas en el Kurdistán del Sur (Başur) como un paso hacia una solución. Al igual que con el llamado realizado el 27 de febrero, el público global seguirá esto con gran atención.

Las páginas de la historia están girando, y la era exige una nueva fase. Los mil años de historia compartida entre kurdos y turcos, seguidos por un siglo de dominación basado en la negación de los kurdos, políticas de división, guerra y partición, junto con una lucha armada de 50 años, ahora se están transformando en otra cosa. Las verdades de la historia están cobrando vital importancia para comprender el presente, para su disolución, y para una nueva era de democracia y comuna, moldeada por un nuevo manifiesto. Guerra y paz… Un rayo de esperanza para los pueblos en torno a una mesa… Pero aquí surge la pregunta crítica: ‘¿Qué tan real y sincero es esto?’ Por supuesto, allanar el camino hacia la paz no es en absoluto fácil; exige una responsabilidad seria y coraje. El hecho de que cuestiones que no pueden resolverse mediante el conflicto estén siendo abordadas ahora mediante negociaciones entre partes beligerantes en torno a una mesa hace que el camino de la negociación y la lucha mutuas sea más evidente que en tiempos y procesos anteriores. Comprender correctamente, explicar con precisión, avanzar, leer el significado detrás de los conceptos adecuadamente y moldear una base sana para la discusión fortalecerá aún más el lenguaje y la esperanza de paz. Pero también debe señalarse que, así como hay quienes desean una solución, también hay quienes no, quienes prosperan con el conflicto y la guerra, quienes obtienen ganancias de ello con poder y capital.”

¿Qué ha hecho el gobierno y qué hará ahora?

En un proceso donde siempre se han esperado pasos del lado kurdo, Abdullah Öcalan ha asumido una responsabilidad pesada e histórica y continúa haciéndolo. Sin embargo, en Turquía, durante la nueva fase que comenzó con el llamado realizado el 27 de febrero, a pesar de que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) declaró un alto el fuego, anunció que celebraría un congreso y declararía su disolución, el Estado y el poder gobernante han optado… no por dar pasos hacia la solución, sino por una política de negación, aislamiento, guerra y linchamiento. El Gobierno del AKP y el régimen de Alianza han respondido a esta fase histórica y de oportunidades con violencia, en lugar de apertura. Han continuado con detenciones políticas, arrestos, ataques contra el Kurdistán del Sur, intentos de linchamiento, racismo, declaraciones de guerra, aislamiento en Imrali y políticas de guerra.

A pesar de esto, el movimiento que ha creído en el fin de la era de la negación, la violencia y la guerra, y que ha comenzado la nueva era de la política democrática en base al entendimiento, la negociación y el diálogo, ha seguido sosteniéndose sobre la esperanza de una paz democrática. Aunque ha sido testigo de todos los juegos sucios, trampas y ataques del Estado, ha mantenido su madurez política, su actitud responsable, su enfoque orientado a la solución y su iniciativa democrática, y ha fortalecido el campo de la paz. Se considera que en julio de 2024 se darán pasos importantes en ese sentido.

Los pasos que se darán ahora en julio, con el espíritu del 4 de abril y el 27 de noviembre, reflejan una nueva era tanto en la historia del movimiento de liberación como en la historia de Turquía. Este paso significa no solo el fin de una guerra de 50 años, sino también la creación de una nueva mentalidad, una nueva forma de hacer política, una nueva lengua y, en definitiva, una nueva época.

Se puede decir que la decisión tomada de celebrar un congreso es también una respuesta al aislamiento y las políticas de guerra impuestas por el Estado, una expresión de la voluntad de paz, y una decisión tomada en base a la creencia en una solución democrática.

El Estado, que continúa las políticas de aislamiento, guerra y conflicto, tiene la oportunidad de reevaluar su posición. Tiene una oportunidad. La gente no puede ser arrastrada a la oscuridad del pasado. No se puede ignorar el clamor de paz y solución de los pueblos. Esta nueva página escrita con la voluntad de paz, no con violencia, y con la creencia en una solución democrática, debe ser leída correctamente. Para que los conflictos, los problemas, las guerras y las injusticias en el país lleguen a su fin, el Estado debe dar pasos hacia la solución. Debe actuar con sensatez.

Este nuevo proceso, que comenzó el 27 de febrero y continuará en julio, es en realidad el proceso de volver a fundar el país. Si no se quieren nuevos conflictos, divisiones, guerras y una gran destrucción, debe evaluarse correctamente esta oportunidad histórica.

El deseo de los pueblos no es el conflicto, la guerra, la muerte y la destrucción, sino la paz, la convivencia común, la solución, la justicia y la democracia. Hay que escuchar esta voz.

Aunque el gobierno, que impone la guerra, no da señales positivas y sigue manteniendo políticas de conflicto, el movimiento revolucionario kurdo, actuando con responsabilidad, cree en la solución democrática. Por eso se espera que en los próximos días Abdullah Öcalan haga un llamado histórico. En respuesta a este llamado, se espera que un grupo del Movimiento de Libertad Kurdo deposite sus armas en el Kurdistán del Sur como paso hacia la solución. Tal como ocurrió el 27 de febrero, esta vez también se espera que el mundo lo siga en directo por transmisión.

Estamos hablando de un paso extremadamente importante. Un paso hacia la solución, la paz, la democracia y la libertad.

En este nuevo proceso, también se destaca la participación de las mujeres. Se ve que el papel de las mujeres en la paz y en la solución será muy fuerte. Porque la guerra y el patriarcado están entrelazados. De la misma forma, la lucha de las mujeres y la paz están entrelazadas. Es por eso que las mujeres tienen un papel clave en este nuevo proceso.”