Boldaş: No se puede hacer minería con una mentalidad colonial

Canfidal Boldaş ha afirmado que la minería no debe llevarse a cabo con una mentalidad colonial, sino de una manera que respete tanto a las personas como a la naturaleza.

ECOCIDIO

El aumento del número de explotaciones mineras y proyectos hidroeléctricos en Bingöl (Çewlig) está provocando una rápida deforestación en toda la región. Las zonas de Kiğı y Kara Cehennem, donde se realizan prospecciones de oro, se encuentran entre los principales puntos de tala de bosques. Debido a su estructura geográfica, también se han instalado Plantas de Energía Solar (GES), lo que agrava aún más la destrucción del entorno natural.

 

A pesar de la oposición popular, el número de proyectos sigue aumentando, lo que provoca una fuerte reducción de la cobertura forestal. Esta deforestación afecta negativamente a la apicultura y a la ganadería, principales medios de vida de la población local, y contribuye a la despoblación de la zona.

Actualmente hay 113 explotaciones mineras activas en la provincia de Bingöl. La región está especialmente enfocada en la extracción de oro, cobre y zinc, con operaciones fuertemente concentradas en el área del pueblo de Servin, en el distrito de Genç, y en Kiğı. Estas actividades están deteriorando el aire limpio y los recursos de agua subterránea de la zona. Además, las empresas talan árboles para despejar terrenos y abrir caminos hacia las minas.

 

La minería amenaza la vida en la región

Canfidal Boldaş, secretario de la Junta de Coordinación Provincial de la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos de Turquía (TMMOB), declaró a ANF que se están aplicando políticas de deforestación de forma sistemática. Advirtió que la destrucción ecológica en la región está evolucionando hacia una devastación irreversible.

Boldaş afirmó:
“Bingöl se ha convertido en objetivo de políticas de deforestación sistemáticas. Esta destrucción no solo amenaza los recursos naturales, sino también la vida misma en la región. El proceso impulsado por los proyectos mineros y energéticos está dando lugar a consecuencias que llegan hasta el desplazamiento de la población.”

 

No rechazamos completamente la minería

Boldaş recalcó que, como ingeniero ambiental, no se opone por completo a la minería, y añadió:
“Como técnicos, no rechazamos la minería en su totalidad; sin embargo, cuando estas actividades superan las necesidades de la población y se centran únicamente en el beneficio económico, comienza la destrucción ecológica. La naturaleza puede tolerar cierto grado de intervención, pero una vez superado ese umbral, el daño es irreversible. Los bosques son sumideros de carbono. Cuando se destruyen estas áreas, los gases de carbono liberados a la atmósfera ya no pueden ser absorbidos, lo que acelera el calentamiento global. La crisis climática que enfrentamos hoy es precisamente el resultado de estas políticas destructivas.”

Las actividades mineras cumplen un triple objetivo

Canfidal Boldaş señaló que en Bingöl se extrae una gran variedad de minerales, desde arena y grava de primera categoría hasta metales pesados de quinta categoría. Declaró:
“En el pueblo de Ölmez, en Kiğı, se están realizando actividades de prospección de oro. Estas supuestas operaciones mineras cumplen un triple propósito: enriquecer a las empresas, destruir los bosques y despoblar la región. La actividad minera afecta directamente a la agricultura, la ganadería y los recursos hídricos. El equilibrio ecológico se está deteriorando rápidamente.

Las explosiones que se llevan a cabo como parte de los proyectos mineros, junto con las emisiones de polvo y las aguas residuales, están contaminando tanto las aguas superficiales como las subterráneas. Esto supone una amenaza directa no solo para la salud ambiental, sino también para la salud pública. Al mismo tiempo, la agricultura y la ganadería están prácticamente paralizadas.”

Hay que desarrollar un modelo minero que respete la naturaleza y la sociedad

Canfidal Boldaş afirmó que debe desarrollarse un modelo de minería que respete tanto a la naturaleza como a la sociedad, y añadió:
“La minería no debe llevarse a cabo con una mentalidad colonial, sino de forma que responda a las necesidades de la población y no dañe a la naturaleza. De lo contrario, tanto la crisis ecológica como la destrucción social se profundizarán. Las riquezas naturales de Bingöl deben ser protegidas, y la población debe ser informada sobre las consecuencias de esta destrucción.”