Del servicio militar a la guerrilla
Impresionado por el discurso del comandante Serdar, Zagros Botan abandonó el servicio militar y es hoy un guerrillero en las montañas del Kurdistán.
Impresionado por el discurso del comandante Serdar, Zagros Botan abandonó el servicio militar y es hoy un guerrillero en las montañas del Kurdistán.
El guerrillero de las HPG Zagros Botan cuenta la historia de cómo escapó del servicio militar.
Hace unos años, el mártir Resit Serdar, uno de los comandantes de la guerrilla, dijo a la juventud kurda: “Los jóvenes kurdos deben reflexionar seriamente sobre cuánto tiempo pasarán sirviendo a un Estado que los mata, los ignora y los masacra a diario. Que vengan y caminen con nosotros. Que se saquen las botas de sus pies. Somos kurdos, y nosotros hacemos nuestro propio servicio militar”.
Al escuchar al comandante Resit Serdar hablando en la televisión, Zagros, de la provincia turca de Sakarya, decidió abandonar el ejército.
Zagros, quien creció en el seno de una familia de patriotas en Botán, ha explicado que aunque no hubiese sido patriota, hubiese visto igualmente los insultos contra la juventud kurda en el servicio militar y que eso fue lo que realmente desencadenó algo en su interior. “Me dije a mi mismo: ‘deja que tu curiosidad sobre tu historia, tu gente, tu tierra, o todas las cosas que quieren que ignores crezca’. Luego, fui a Şırnak con Rubar, un amigo mío. Allí llegamos hasta la guerrilla por medio de otros compañeros. Rubar era de Mardin. Estuvimos juntos en la zona de Besta. En 2014, cuando el ISIS atacó Kobanê, Rubar fue hasta allí y cayó mártir. Dondequiera que hubiera persecución, tortura o injusticias contra nuestro pueblo, allí iba él. Kobanê fue su última parada.”.
El guerrillero Zagros ha continuado: “La guerrilla nos recibió con una cálida bienvenida. Estaban sorprendidos. Estaban, al mismo tiempo, felices y confusos. Los compañeros se preparaban para un acción en Bayrak Tepesi en aquel entonces. Expresé mi deseo de acompañarles. Después de un par de discusiones, aceptaron y participé en la acción. Cerca de 30 soldados turcos fueron abatidos en aquella acción, y ningún compañero guerrillero cayó mártir”.
Y ha añadido: “Fue la primera acción en la que participé. Para mí, fue un acto de venganza en nombre de toda la juventud kurda asesinada por el servicio militar turco. Finalmente nos dimos cuenta de que estábamos del lado de quienes nos mataban, pero ahora estoy del lado que sirve a mi pueblo.
No sólo la juventud kurda, sino cualquier joven que no sea enemigo del pueblo debería darse cuenta de eso”.