Continúa la resistencia histórica de la Guerrilla de la Libertad del Kurdistán contra los ataques del ejército turco en los túneles de guerra de la Zona de Resistencia Girê Ortê en la región de Metîna. Incapaz de romper esta resistencia, el ejército de ocupación turco recurrió a las armas químicas y explosivos prohibidos en los túneles de la guerrilla.
Los guerrilleros Şahin Armanc y Rojda Zagros, que participaron en la resistencia histórica en la Zona de Resistencia Girê Ortê, en la que cayeron mártires cuatro compañeros, y lucharon sin descanso durante meses, se encuentran entre los guerrilleros que estuvieron expuestos a las armas químicas y prohibidas.
Los guerrilleros, que fueron testigos vivos de la orientación inhumana y los crímenes de guerra del ejército de ocupación, han hablado de sus experiencias.
Guerrillera Rojda Zagros
“En los túneles de guerra de la Zona de Resistencia Girê Ortê había compañeros y compañeras de diferentes zonas. Algunos tenían experiencia, otros no tanto, y había quienes nunca habían participado en operaciones. El enemigo no pudo acercarse a los túneles durante un tiempo. El enemigo atacó primero los túneles con explosivos. Luego empezó a atacar con gases inodoros lacrimógenos y asfixiantes. Sabíamos que usaban productos químicos. Utilizaban gases de colores e inodoros, que cansaban a la gente y provocaban dolor de cabeza durante 3 o 4 días. También utilizaban un producto químico que parecía polvo blanco. Cuando utilizaban esta arma química, se nos entumecían los pies y nos debilitábamos al empezar a movernos.
Tomábamos precauciones contra los gases químicos. Llevábamos máscaras. Mojábamos una toalla o un paño y lo poníamos sobre las máscaras. Nos dimos cuenta de las ventajas de esto. Algunos de los gases utilizados tenían olor a lejía, otros a manzana y otros tenían un olor más fuerte. Quemaban los ojos y la nariz de la gente. Nos costaba respirar. Nos sentíamos enfermos y enfermas. Pero a pesar de recurrir a tantas armas químicas, el Estado turco no conseguía resultados eficaces. Por eso, día tras día, los soldados empezaron a acercarse a la puerta del túnel y a establecer su dominio. Tenían un cierto horario. Atacaron la entrada del túnel con explosivos de 11:30 a 16:30 durante aproximadamente dos meses. Nos llamaron muchas veces para ‘rendirnos’ diciendo que nos darían comida caliente si salíamos. Nuestros amigos y amigas respondían a cada llamada de ‘rendición’ del enemigo con bombas. El enemigo también amenazaba a los comandantes diciendo: ‘Si no os rendís, usaremos armas nucleares’. Pensaban que así podría asustar a los guerrilleros y a las guerrilleras.
El enemigo lleva a cabo una política de guerra especial, pero no afecta a nuestras filas. Nadie prestó atención a sus discursos. Entonces, el enemigo recurrió a armas nucleares. El 18 de diciembre realizó un último gran ataque y volvió a utilizar armas químicas. Unos cinco minutos después del ataque, el humo llenó el habitáculo en el que nos encontrábamos dentro del túnel. Era un humo de color crema. Era inodoro. En ese momento me desmayé. Volví en mí al cabo de 7 horas. Tuve un ataque debido al gas químico. Sólo podía mover los ojos. No podía reconocer a mis amigos y amigas. Cuando intenté levantarme, sentí náuseas y vomité.
Me desmayé durante otros 10-15 minutos. Sentía mucho dolor. Después del ataque, el enemigo volvió a gritar: ‘Rendíos, no tenéis adónde ir’. Aunque nuestros amigos y amigas estaban agotados, volvieron a responder a la llamada del enemigo con bombas. Nuestros amigos y amigas habían colocado minas en la puerta del túnel antes de caer mártires, y cuando el enemigo atacó, las detonamos. Dos soldados ocupantes resultaron afectados por la explosión.
Mi objetivo y mi reivindicación eran luchar en las filas de mis camaradas mártires, y no reconocer ningún obstáculo en este camino. No aceptaremos otra vida que no sea la lucha y la venganza.”
Guerrillero Şahin Armanc:
“El enemigo lanzó un ataque contra la Zona de Resistencia Girê Ortê en la región de Metina en julio de 2023. Nosotros y nosotras, como guerrilleros, también llevamos a cabo muchas acciones. Cuando el enemigo llegó por primera vez, sufrió varios golpes duros. Porque ya estábamos preparados. Llevamos a cabo acciones eficaces. Era julio, hacía calor, los aviones de reconocimiento nos sobrevolaban. Cuando el enemigo lanzó un ataque, respondimos con armas pesadas. El enemigo también sufrió pérdidas en estas acciones. Nuestra moral y motivación eran altas. El enemigo no pudo acercarse a la entrada del túnel por miedo durante unos 2-3 meses. Gracias a nuestras acciones de sabotaje, el enemigo no podía acercarse.
Luego, cuando el enemigo detectó nuestra entrada, empezó a utilizar armas químicas. El enemigo usaba un gas rojo. Nos quemaba la nariz y los ojos. No podíamos abrir los ojos. Teníamos máscaras, pero no podíamos protegernos con ellas. Los soldados usaban también un gas negro. Nos quemaba la garganta. Nos costaba respirar.
Otro gas químico utilizado por el enemigo no parecía molestarnos al principio, pero más tarde sentimos que nos asfixiábamos. Se trata de un gas químico muy pesado. Te desmayas en cuanto te mueves. Y puedes morir si permaneces expuesto a ese gas durante 2-3 horas.”
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