La madre de uno de los niños, Fatma A., habló con la Agencia de Mesopotamia y dijo: "Mi hijo fue golpeado tanto que perdió el conocimiento".

Las redadas se llevaron a cabo después de una acción contra un vehículo blindado el 24 de julio en el vecindario Sehitlik del distrito de Yenisehir y M.A. (17) y A.E. fueron detenidos cuando estaban sentados frente a una tienda en el mismo distrito.

Según los informes, se llevaron a MA y AE a un lote vacío a lo largo de la carretera Amed-Silvan y se les torturó. Luego, los dos niños fueron llevados a la Unidad Antiterrorista de la Dirección de Policía de Diyarbakir y torturados nuevamente.
El 25 de julio, también fue detenido el hermano de 16 años de MA. Ambos hermanos y A.E. están detenidos en la Unidad de Menores.

La madre de M. A. Fatma A. habló sobre la tortura a la que fueron sometidos los niños después de su detención.
A. dijo que estaba en casa cuando se enteró: “Cuando nos enteramos de la detención, fui directamente a la Unidad de Menores. Dijeron que no lo tenían. Cuando me iba, vi al amigo de mi hijo en un coche patrulla afuera. Su rostro estaba todo desordenado. Él no podía pararse derecho. Tenía moretones en la cara.

Niños detenidos en la Unidad Antiterrorista y no en la Unidad de Menores

Fatma A. pudo averiguar dónde se encontraban los niños debido a la insistencia de las familias y sus abogados: “Descubrimos que estaban en la Unidad Antiterrorista. Les dije que mi hijo era menor de edad, que no debería estar allí. Luego fui a la unidad. Primero dijeron que no lo tenían. Nos enviaron a una búsqueda inútil, mientras nuestros niños estaban siendo torturados. Después de la medianoche, cuando entraron los abogados, los niños fueron llevados a la Unidad de Menores".

Fatma A. encontró a su hijo mostrando signos físicos de tortura en la Unidad de Menores: “Su rostro estaba cubierto de sangre. Lo intenté, pero no me dejaron acercarme a mi hijo. Cuando lo vi, él estaba arrastrando los pies, no podía caminar correctamente. Al día siguiente, el abogado pudo reunirse con mi hijo, pero él no estaba lo suficientemente bien como para expresarse. Entonces me reuní con él. Cuando lo abracé, él dijo: 'Mamá, para, me duele todo'. Era como si le rompieran las costillas. Me dijo que los habían llevado a un lote vacío, desnudados y golpeados con la culata de las armas de los policías y algún tipo de objeto metálico. Fueron insultados y la policía les dijo que era su última oportunidad antes de que los mataran".

Hospital reúsa a dar el informe médico

Fatma A. dijo que su hijo tenía moretones en las piernas, los brazos y el torso: “Primero llevaron a mi hijo al hospital público y luego al hospital militar. Pero los hospitales no le dieron un informe médico. Fue golpeado tan mal que estaba perdiendo la conciencia. Me temo que incluso si es liberado, no será el mismo. Mi hijo está en una condición horrible. Hay pruebas de que mi hijo estaba en la tienda donde lo detuvieron en el momento del incidente, pero todavía lo hacen esperar y mi hijo es sometido a torturas constantemente".

Fatma A. dijo que la familia también había sido asaltada en su hogar en el pasado, y que los policías le pusieron un arma en la cabeza a su hija de 9 años: "Mi hija está sufriendo. Cuando un automóvil dobla la esquina o suena la puerta, todos tememos que sea la policía nuevamente. Ya es suficiente, queremos que termine esta tiranía. Buscaremos nuestros derechos legales. Iremos a la CEDH si es necesario. No permaneceremos en silencio". Fatma A. solicitó el apoyo de organizaciones de derechos humanos y ONG.