El AKP continúa su ecocidio en Hakkari
Mientras muchos cauces de arroyos de Hakkari se entierran en hormigón en nombre de la "mejora", se masacran árboles, plantas y animales y se destruye la vida natural.
Mientras muchos cauces de arroyos de Hakkari se entierran en hormigón en nombre de la "mejora", se masacran árboles, plantas y animales y se destruye la vida natural.
Miles de seres vivos y especies vegetales viven en Hakkari, en el Kurdistán turco (Kurdistán “Norte” o “Bakur”), que posee un magnífico paisaje con sus montañas, valles y arroyos. El gobierno turco del AKP está intentando destruir esta vida natural mediante el lucro, las presas, las centrales hidroeléctricas y las minas. En las montañas de Hakkari Cilo y en el valle de Zap ha construido ya decenas de presas y centrales hidroeléctricas.
También hay decenas de minas en Hakkari y sus distritos. Debido a estas minas, se han contaminado muchos recursos hídricos de la región y se ha destruido la vida natural. El gobierno del AKP, que destruyó grandes valles y arroyos con centrales hidroeléctricas y presas, también ha convertido la vida natural de pequeños valles y arroyos en hormigón bajo el nombre de la "mejora". Han talado miles de árboles en los valles, destruyendo plantas y seres vivos, y finalmente los han enterrado en hormigón.
Los arroyos que pasan por el centro de la ciudad de Hakkari y sus barrios y muchos valles en Gever (Yüksekova), Çelê (Çukurca) y Şemzînan (Şemdinli) están siendo destruidos. Esos valles y arroyos albergan miles de tipos de plantas, insectos, reptiles y otras criaturas. Casi todos los cauces de los arroyos de pueblos, aldeas y barrios han sido también enterrados con hormigón.
Un ciudadano llamado Isa Çiftçi, que vive en el centro de la ciudad de Hakkari, ha denunciado que la naturaleza estaba siendo destruida debido a la llamada "mejora" de los arroyos.
"Allí no sólo había árboles, también era el hogar de muchos animales. Eran maravillas naturales, sobre todo en primavera, verano y otoño. Estos lugares eran sitios donde la gente respiraba. Había muchos frutos silvestres. Había nogales, manzanos, perales y otros árboles frutales. Todos los años recogíamos la fruta en estos valles y vendíamos la que sobraba en el centro de la ciudad. Pero hoy, estas zonas verdes han quedado sepultadas bajo el hormigón. Miles de árboles dentro y fuera del arroyo han sido destruidos. Actualmente, no hay árboles, plantas ni otros seres vivos en los arroyos. La ‘recuperación de los arroyos’ destruyó la naturaleza", sentenció Çiftçi.
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