El cuerpo del guerrillero de HPG, Brûsk Reşit, entregado a su familia 4 años después de su muerte

El cuerpo del guerrillero del HPG, Brûsk Reşit (Seyithan Acay), caído como mártir en la montaña Gabar, fue entregado a su familia 4 años después de su muerte.

SEHID NAMIRIN

El cuerpo del guerrillero del HPG Brûsk Reşit (Seyithan Acay), que cayó como mártir en un ataque aéreo tras los enfrentamientos en la montaña Gabar el 30 de julio de 2020, fue entregado a su familia 4 años y 4 meses después de su muerte.

Tras caer mártir, Brûsk Reşit fue enterrado en el cementerio de los sin nombre de Şirnak (Şirnex). La familia de Reşit acudió a la ciudad para identificar el cadáver tras el comunicado del Ministerio del Interior. Sin embargo, la familia no pudo identificar el cadáver, dio una muestra de sangre y regresó a Mardin (Mêrdîn). A pesar de que las muestras de sangre coincidieron en febrero de 2021, el cuerpo de Brûsk Reşit no fue entregado a su familia. Después de 4 años y 4 meses, el cuerpo fue finalmente entregado como resultado de los esfuerzos de la familia y los abogados.

El mártir fue recibido frente a la casa de la familia por cientos de personas, entre ellas familiares y amigos de Brûsk Reşit. A continuación, el féretro de Reşit fue llevado al cementerio del pueblo acompañado del lema «Şehîd Namirin». Una vez cumplidos los deberes religiosos, el guerrillero mártir fue enterrado.

Reacción al aislamiento

Tras los trámites del entierro, se guardó un minuto de silencio en memoria de los Mártires de la Libertad. En su intervención junto a la tumba, Salih Kuday, copresidente de la Asociación de Solidaridad y Ayuda a las Familias que Perdieron a sus Parientes en la Cuna de las Civilizaciones (MEBYA-DER), llamó la atención sobre el aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y declaró: «Estamos enterrando cadáveres jóvenes cada día debido a este aislamiento continuo».

Señalando que el gobierno insiste en el aislamiento para mantener su existencia, Kuday dijo: «Mientras continúe el aislamiento, seguirá corriendo la sangre y continuarán las masacres, no sólo en el Kurdistán sino en todo Oriente Próximo. Hacemos un llamamiento una vez más para que estrechéis la mano de la paz que se os tiende diciendo 'puedo detener esta sangre en una semana'. Coged esta mano para que la paz pueda llegar a estas tierras. Las lágrimas de los padres cesarán ahora».

En el pueblo se instaló una carpa de condolencias por el mártir Brûsk Reşit.