El Estado presiona a las tiendas y comercios en Van

Tras la toma de los municipios gestionados por el HDP en Van, se impusieron multas de miles de liras turcas a decenas de comerciantes.

La crisis económica que azotó el país también ha afectado a las ciudades de Kurdistán donde la política de guerra del AKP se siente con fuerza.

Los comerciantes de Van están entre los más afectados por la crisis económica. Con dos terremotos importantes en 2011, más de 4 mil comerciantes tuvieron que cerrar las persianas en Van. Miles de comerciantes que no podían trabajar después del terremoto se declararon en bancarrota porque no podían pagar sus deudas a los bancos y al Estado.

Prohibido el comercio transfronterizo

La ciudad de Van, en la frontera con Irán, sobrevivía gracias al comercio transfronterizo. Con el cierre de las puertas fronterizas en Van y la prohibición del comercio transfronterizo por parte del gobierno del AKP en los últimos años, los comerciantes y el pueblo de Van han sufrido un nuevo y duro golpe económico.

Miles de personas que viven del comercio transfronterizo están ahora desempleados y cientos de comerciantes han cerrado las puertas. Después de que el HDP ganara varios municipios, empezando por el Municipio Metropolitano de Van, en las elecciones municipales del 31 de marzo, los comerciantes y el pueblo pudieron tomar un respiro y empezaron a recuperarse económicamente.

Todo salió mal tras la toma de los municipios gestionados por el HDP

Sin embargo, tras la toma de la Municipalidad Metropolitana de Van, dirigida por el HDP, y de todas las demás municipalidades el 19 de agosto, el desempleo volvió a aumentar y los comerciantes no pudieron volver a dirigir sus negocios.

Junto con los fideicomisarios, los equipos de finanzas y la policía están haciendo redadas casi a diario a docenas de comerciantesi , confiscando sus propiedades y multándoles con miles de liras turcas. 

La venta de mercancías traídas por comerciantes iraníes de Irán y Kurdistán del Sur también ha sido prohibida. Entre las mercancías prohibidas están los teléfonos y los cigarrillos, así como los productos básicos como el azúcar, el arroz y el té. Los comerciantes que venden estos productos son allanados por la policía, los productos son confiscados y multados hasta 10 veces su valor.

Redada policial y multa a los comerciantes

La policía hizo una redada en una tienda de teléfonos en el centro de Van y confiscó teléfonos por valor de 10 mil liras turcas. La policía multó al tendero por 80 mil liras turcas.

Un comerciante que también había sido allanado dijo, con la condición de anonimato: "El Estado no quiere que hagamos negocios. He estado vendiendo suministros básicos como azúcar, té y arroz que obtuve del comercio fronterizo. Los productos que se traen del otro lado de la frontera son más baratos. Esto nos permite tanto a nosotros como a la gente obtener algún beneficio".

 "Como los productos turcos son muy caros, el poder adquisitivo tanto de nosotros como de los ciudadanos no es suficiente. Aunque los bienes que traemos de los países fronterizos son legales, son confiscados por el estado. Nuestros productos son confiscados y nos multan con cientos de miles de liras turcas. El Estado sólo tiene un objetivo, matar de hambre a la gente de Van", señaló.