El régimen sirio se está preparando para lanzar la operación en la ciudad de Idlib, plagada de mercenarios respaldados por Turquía.

İdlib está situado al noroeste de Siria. Su destino está siendo discutido hoy por una grupo de potencias extranjeras. Por un lado, Rusia, Irán y Turquía, y por otro, Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU.

Los presidentes de Rusia, Turquía e Irán están en Teherán para la cumbre de Siria. El tema principal en la agenda es la situación en Idlib. Unas horas más tarde, el mismo tema se presentará sobre la mesa en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.

Si bien todos los ojos se volvieron hacia la operación en Idlib, en los últimos días hubo un intenso tráfico entre Ankara, Moscú y Damasco.

Ankara está buscando formas de proteger a sus aliados mercenarios en Idlib. Las negociaciones se están llevando a cabo a puertas cerradas.

Teherán y Moscú reiteraron su apoyo al régimen de Damasco antes de la reunión.

"Hemos matado, estamos matando y continuaremos matando terroristas", dijo explícitamente Maria Zaharova, vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. "Ya sea que estén en Alepo, Idlib o en cualquier otro lugar", agregó.

Idlib fue capturado por grupos armados en 2015. Hoy en día, se destaca como la única gran región que todavía está en manos de los mercenarios en Siria. Decenas de miles de personas armadas y civiles fueron redirigidos a Idlib desde otras regiones recuperadas por el régimen sirio.

Amenazas de Estados Unidos

Las Naciones Unidas y las potencias occidentales se preocupan por una nueva catástrofe humanitaria como resultado de una posible operación.

La ONU dijo que hasta 800 mil personas podrían ser desplazadas, y el representante especial de la ONU en Siria, Staffan de Mistura, dijo que la operación podría comenzar alrededor del 10 de septiembre.

La Casa Blanca también advirtió el martes al régimen de Damasco junto con sus aliados, Rusia e Irán para que no usen armas químicas en Idlib.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo: "El mundo y los EEUU están observando de cerca" y amenazaron con que, en caso de que ocurriera una matanza, la respuesta de Estados Unidos y del mundo estaría en sintonía.